La Junta de Andalucía prevé que salgan a consulta pública en diciembre los planes hidrológicos de las tres demarcaciones internas de las Cuencas Mediterráneas, del Tinto-Odiel y del Guadalete-Barbate, que establecerán los objetivos y líneas estratégicas para la gestión del agua y medio ambiente hídrico.
La consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, María Jesús Serrano, ha hecho este anuncio en la reunión del Consejo Andaluz del Agua, donde ha destacado la participación de la sociedad en la elaboración de los planes y “la gran cantidad” de herramientas que se han puesto en marcha para hacer efectiva la participación ciudadana, según ha informado la Junta en un comunicado.
Ha informado del decreto que está elaborando su departamento para regular los órganos colegiados de participación administrativa y social de la Administración Andaluza del Agua y ha dicho que la colaboración entre usuarios en la gestión del agua “es una apuesta decidida de la Junta desde que empezó a recibir competencias”.
En el consejo también se ha abordado el borrador del futuro reglamento de vertidos, que pretende unificar los criterios y las autorizaciones de los mismos, así como fomentar la reutilización del agua depurada para contribuir a paliar el déficit hídrico y asegurar una mayor eficacia en la utilización de los recursos.
Serrano ha recordado que uno de los principales factores de contaminación de las aguas continentales y litorales son los vertidos de aguas residuales, “por lo que una correcta depuración es fundamental para alcanzar los objetivos ambientales”.
Además, la consejera ha presentado un informe sobre los mapas de peligrosidad y de riesgo de inundaciones en las demarcaciones intracomunitarias andaluzas y ha adelantado que a finales de 2015 está previsto que culmine el desarrollo de la Directiva Europea de Inundaciones con la redacción de los planes de gestión de riegos.
Ha defendido el agua como “un pilar básico de la riqueza natural, social y económica de nuestra comunidad” y ha abogado por promover un “uso sostenible del agua, una administración hidráulica más moderna y eficaz y una participación activa de la sociedad”. EFEVERDE