Investigadores han observado una pauta de repetición de las plagas de topillos cada cinco años en las regiones agrícolas de Castilla y León desde los años ochenta, según ha revelado un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Según esta investigación, publicada en la revista Basic and Applied Ecology, el paso de los topillos desde las montañas a las regiones agrícolas de la meseta podría deberse a cambios en los usos del suelo.
El estudio, que analiza la dinámica de las plagas de topillo en esta región desde finales de los 60, permitirá anticipar los riesgos y optimizar los métodos de control frente a nuevas invasiones.
“Estas invasiones han dañado la agricultura y transmitido enfermedades a humanos, como la tularemia (enfermedad infecciosa grave), además de los daños colaterales en otras especies derivados de la utilización a gran escala de rodenticidas durante la plaga de 2007-2008”, explica el investigador del CSIC François Mougeot.
Los resultados del estudio muestran que el proceso de colonización de la cuenca del Duero fue muy rápido, duró menos de 20 años y afectó a varios millones de hectáreas, según el investigador.
La expansión desde las zonas tradicionales, más húmedas, hacia las llanuras agrícolas, más áridas, podría estar relacionada con un incremento de hábitats muy favorables para la supervivencia de esta especie de roedor, como la alfalfa y los cultivos de regadío, añade Mougeot.
En el estudio también han participado investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos del CSIC, la Universidad de Valladolid y la Universidad de Aberdeen de Reino Unido. EFEverde