Nueva entrega de los microdocumentales de Mónica Fernández-Aceytuno y Fundación Aquae en EFEverde. Hoy, la lavandera cascadeña (Motacilla cinerea)
Este río es un sueño que existe
con ese viento del agua que es la corriente,
y esa nube de moscas de mayo que
la lavandera cascadeña
caza
al vuelo.
Y se alegra cuando acierta.
Son unos insectos muy antiguos
estas efímeras doradas que
parecen haber evolucionado
para volar sólo unas horas.
Algunas muchos menos.
A las lavanderas también las llaman pitpitas, por su canto,
y señoritas por su manera de caminar por la orilla de los ríos,
como este afluente del Miño,
el río Tea,
en la provincia de Pontevedra.
Mientras cría, el macho lleva una mancha negra en la garganta, que pierde en otoño.
Pero, por sus plumas amarillas,
resulta siempre inconfundible la lavandera cascadeña,
volando sobre ese dorado que tiene,
como un tesoro,
la luz en el agua.
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Microespacio: Lavandera cascadeña (Motacilla cinerea)
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