Más de 121.000 hectáreas se han calcinado debido al incendio forestal que se inició hace dos semanas en el estado de Oregon, el mayor hasta el momento en Estados Unidos, y que ha afectado a una zona montañosa y de vegetación en el Bosque Nacional de Fremont-Winema.
El mayor incendio

Más de 2.000 bomberos se encuentran luchando contra las llamas, pero debido a la fuerza del fuego los avances son mínimos y sólo se ha podido contener en un 25 %, según informó el Centro de Coordinación Interagencia del Noroeste (NWCC, por sus siglas en inglés).
De las decenas de grandes fuegos activos en el oeste de Estados Unidos, el de Oregón -llamado “Bootleg”- es el mayor de todos, al llevar más de 121.000 hectáreas calcinadas, y los bomberos no prevén tenerlo completamente contenido hasta finales de otoño.
El incendio se encuentra desde hace dos semanas en el sureste del estado, afecta una zona montañosa y de vegetación en el Bosque Nacional de Fremont-Winema.
Esta área se encuentra cerca de California, otra de las zonas que más incendios forestales sufren en el oeste de Estados Unidos y donde se han calcinado miles de hectáreas.
La temporada de incendios en el oeste de Estados Unidos, que en los últimos años acostumbraba a alcanzar su pico en otoño, empezó este 2021 varios meses antes y ya hay decenas de grandes fuegos activos en la zona.
Los principales factores que explican por qué las llamas se están propagando con tanta facilidad cuando todavía no se ha llegado a la mitad del verano son la sequía extrema de la zona, tras una temporada de precipitaciones insólitamente bajas, así como las altísimas temperaturas registradas en las últimas semanas.
En California, en lo que va de año se han declarado más de 4.900 incendios, una cifra que ya supone el 50 % de los fuegos que azotaron al estado en la totalidad de 2020, el peor año de su historia en cuanto a número de fuegos y superficie quemada.
El ecologista especializado en incendios Marti Witter consideró en declaraciones a Efe que las condiciones en la costa oeste de este año son “ciertamente propicias para que se declaren más grandes fuegos, principalmente por la vegetación “extremadamente seca” de la región.
Witter, del Área Recreativa Nacional de las Montañas de Santa Mónica, en Los Ángeles, dijo que la única esperanza para evitar ese escenario es que ocurra un periodo de lluvia “intensa” en septiembre o a principios de octubre, aunque admitió que es “muy poco probable” según los pronósticos meteorológicos a largo plazo.
Otro de los grandes incendios en California es el que afecta al Bosque Nacional Pluma, en el extremo norte de la Sierra Nevada, y que ha quemado cerca de 40.000 hectáreas, según el Servicio Forestal de Estados Unidos, ha provocado la evacuación de miles de personas.
Los servicios de bomberos esperan poder tener el fuego totalmente contenido a finales de julio.
Otro incendio, bautizado como “River” y declarado cerca del Parque Nacional de Yosemite, ha quemado cerca de 4.000 hectáreas, según la última actualización del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
La proximidad del incendio Bootleg a una línea de transmisión eléctrica de alto voltaje que conecta las redes de California y Oregón ha llevado a las autoridades a pedir a los consumidores que reduzcan al máximo el consumo eléctrico para evitar que esta se sobrecargue y empeore la situación.
Al parecer, según las primeras investigaciones, un fallo eléctrico en las instalaciones eléctricas de la mayor empresa proveedora de electricidad en Estados Unidos, podría ser la causa del inicio del incendio “Dixie”. EFEverde
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