La Asociación Micorriza es una de las precursoras de la Custodia del Territorio (CdT), que impulsan dentro del territorio de Castilla-La Mancha la naturaleza vinculada a la historia y los valores tradicionales, así como los servicios ambientales, con el fin de recuperar el ecosistema de esa zona y con el afán de extender este trabajo a todo el territorio nacional.
Desde el año 2014, la Asociación Micorriza (asociacion@micorriza.org) es una de las diversas entidades de los ámbitos territoriales de las comunidades de Madrid y Castilla-La Mancha, que llevaban tiempo coincidiendo en actos de promoción de la CdT, y decidieron constituir una agrupación bajo el nombre de Red de Custodia del Territorio de Castilla-La Mancha y Madrid.
La finalidad de CdT es impulsar la custodia del territorio, como estrategia para la conservación y gestión sostenible del territorio, el paisaje, los valores patrimoniales, los hábitats, los procesos naturales y las especies presentes en los ámbitos territoriales.

“Un medio ambiente sano para todos nosotros y el medio ambiente vivo”
El presidente de Micorriza, Ossian de Leyva, licenciado en Ciencias Ambientales y Máster en Restauración de Ecosistemas, señaló a EFEverde que en la Asociación “buscamos un medio ambiente sano para todos nosotros y el medio ambiente vivo, así como recuperar los valores culturales, tradiciones y servicios ambientales que se están perdiendo en la mayoría de las regiones rurales del territorio nacional”.
Micorriza está formado por 13 personas, “de las cuales cuatro trabajamos a tiempo completo, con colaboraciones puntuales de personas que se integran en los proyectos que realizamos, que nos asesoran y apoyan. Además, hay más de sesenta socios que viven en esta comunidad”.
“Todas ellas son personas con profesiones relacionadas con el estudio de los ecosistemas a las que nos une un nexo común que es el interés por el medio ambiente y el medio rural, que en nuestro caso se circunscribe a Molina de Aragón, en la Comunidad de Castilla La Mancha”, subrayó Ossian.
La mayor parte de los integrantes de la Asociación pertenecen a esta comarca de Castilla La Mancha, que posee las peculiaridades de encontrarse en un enclave geográfico singular y posee una gran diversidad geológica y ecológica.

Numerosos microclimas de refugio para especies amenazadas
“Esta situación privilegiada se debe a que se encuentra en una latitud intermedia que provee a la zona de un clima templado y semihúmedo que, junto con su marcada orografía e importante red fluvial, proporciona numerosos microclimas que sirven de refugio para especies de fauna y flora, muchas de ellas amenazadas”, señaló de Leyva.
Micorriza, según su presidente, es un organización sin ánimo de lucro, cuyos recursos económicos no proceden de patrocinadores, “pero sí recurrimos con nuestros proyectos a convocatorias, para obtener los recursos de gastos de infraestructuras de la organización, prestando servicios a ayuntamientos o a agentes particulares o públicos con los que reinvertimos en los fines de la asociación”.
“Entre los campos que abarcamos dentro de la mejora del medio ambiente se encuentra la ecología, las plantas y la fauna, en definitiva, la naturaleza, pero también una parte muy importante es la relación de la naturaleza con el ser humano”.
En ese sentido, Micorriza se interesa por las historias y recuerdos que pueden contar las personas mayores acerca de la vida e idiosincrasia de estas pequeñas poblaciones, para extraer el conocimiento de sus costumbres, desde la gastronomía que remite a los usos agrícolas de la zona, como la localización de manantiales o la fauna y flora autóctona que convivía con sus generaciones anteriores.
Ecosistema, patrimonio cultural y etnográfico
Con respecto a este trabajo, “Micorriza elabora un archivo de entrevistas para llegar a un conocimiento más profundo de la zona, que para nosotros es una información fundamental para buscar esos manantiales, saber dónde había arboles y conocer cómo ha ido evolucionando el ecosistema, el patrimonio cultural y etnográfico más interesante y que no se debería de perder”.

Uno de los mayores éxitos de Micorriza es la publicación reciente del primer catálogo de árboles singulares que ha elaborado junto con la Diputación de Guadalajara y que contiene “el patrimonio arbóreo de interés local de la provincia, con el fin de sentar las bases para su futura conservación, así como el registro fotográfico de los grandes olmos que antaño poblaban los pueblos de Guadalajara”.
“Lo que hacemos es reponer el árbol que se había muerto en la plaza del pueblo. Árboles simbólicos para los pueblos y que sirven para atraer ahora a las nuevas generaciones de estas localidades. Nos ayuda a vincular el olmo con la gente del pueblo que se reunía en torno a esa plaza para comentar su vida diaria”.

“Desde hace un año estamos también llevando a cabo la dinamización del parque natural del Alto Tajo, a través de actividades medioambientales y rutas interpretadas, con el apoyo de la Junta de Castilla-La Mancha, y con el objetivo de dar a conocer el valor del Parque”, explicó de Leyva.
La palabra ‘micorriza’ significa simbiosis entre una planta y un árbol, asociación entre las hifas de algunos hongos y las raíces de plantas superiores, que para Ossian de Leyva contiene la filosofía de esta asociación.
Porque en Micorriza, según su presidente, “buscamos esta relación simbiótica tanto en nuestros proyectos como a la hora de actuar en la naturaleza. Es una relación en la que ganamos todos, tanto nosotros como la sociedad y el medioambiente”, concluyó Ossian de Leyva. Efeverde
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