Un trabajo liderado por el investigador del Departamento de Zoología de la Universidad de Granada y de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (EE UU) Jorge Doña ha determinado que los diminutos microbios que habitan en el interior de los animales son capaces de influir en la evolución de una especie.
Esta investigación científica, de la que ha informado este viernes la Universidad de Granada en un comunicado, ha estudiado las variaciones que se producen en el microbioma, es decir en los microbios que viven en el cuerpo de un animal.
Los microbio influyen en la evolución de especies
El análisis, que se ha centrado concretamente en los piojos de la foca anillada, ha permitido comprender mejor el motivo por el que animales de una misma especie tienen microbiomas diferentes.
Estos microbios producen efectos muy importantes en prácticamente todos los aspectos de la biología del hospedador, tales como la protección frente a parásitos o procesos de evolución adaptativa.
En este sentido, se ha demostrado que los ratones de laboratorio que poseen una especie de bacteria concreta, un microbioma dado, son más resistentes a la infección por el patógeno Salmonella.
Por otra parte, en la mosca de la fruta se ha conseguido demostrar que la variación experimental de los microbiomas, modificar artificialmente el microbioma de unos individuos, conduce a cambios en las frecuencias alélicas entre poblaciones, que no son más que modificaciones en las variantes de los genes que fueron más abundantes o menos en esas poblaciones debido a la alteración del microbioma.
Microbiomas de humanos
“Los microbiomas funcionan también, por tanto, como un agente selectivo, de la misma forma que los predadores determinan la evolución de las presas, por ejemplo, depredando a las presas más lentas, los microbiomas harían algo parecido con sus hospedadores”, ha detallado Doña.
Existe un amplio consenso científico en torno a que los individuos de una misma especie, por ejemplo los humanos, tienen microbiomas más parecidos entre sí que comparados con otras especies, como los chimpancés.
Si se compara el microbioma de dos personas cualesquiera, estos serán más parecidos entre sí que si lo hacemos entre un humano y un chimpancé, ha continuado Doña, que ha precisado que a este proceso se le conoce como “phylosymbiosis”.
Entre los factores más estudiados capaces de provocar cambios del microbioma se encuentran la dieta o los procesos de interacción entre los propios microorganismos y la interacción individuo-microorganismo. EFEverde