Un grupo de militantes de Greenpeace fue detenido hoy tras entrar en la central nuclear de Cattenom, en el noreste de Francia, con el objetivo de denunciar la fragilidad de esas instalaciones.
Los activistas entraron de madrugada, a las 05.35 hora local (03.35 GMT), y lanzaron fuegos artificiales cerca de la piscina de combustible gastado.
Denunciar los riesgos de las centrales nucleares
La ONG indicó en un comunicado que quería alertar sobre el peligro de esos establecimientos y sobre la accesibilidad a unos edificios “cargados de radiactividad”.
“Los riesgos son conocidos y reconocidos por las autoridades al frente de la seguridad, pero nada cambia”, denunció en la nota el encargado de la división nuclear de Greenpeace Francia, Yannick Rousselet.
La ONG entregó esta semana un informe a las autoridades competentes en el que alertaba de que las piscinas de combustible gastado están mal protegidas de ataques exteriores, y de que el impacto de un accidente en ese tipo de instalaciones podría notarse a hasta 80 kilómetros de distancia.
Detención de los miembros de Greenpeace
La empresa energética EDF, operador de la central, precisó que los activistas fueron arrestados en menos de ocho minutos y que no llegaron a penetrar en la zona nuclear.
“Esta intrusión no ha tenido ningún impacto en la seguridad de las instalaciones”, dijo la empresa en un comunicado, que aseguró que presentará una denuncia y condenó estas “acciones violentas de un movimiento que multiplica las ilegalidades”. Efeverde