Técnicos del Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) “Dunas de San Antón” de la Consejería andaluza de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio han logrado recuperar un ejemplar de águila culebrera (circaetus gallicus) que se había electrocutado gravemente con un tendido eléctrico.
El animal fue sometido a una operación de más de cuatro horas en la que se le insertaron varillas de fibra de vidrio para unir las plumas dañadas con las nuevas ya que las tenía calcinadas e inservibles para el vuelo y la muda natural tarda más de un año.
La intervención ha permitido que el animal fuese liberado en el Parque Natural de los Alcornocales, en la sierra de Cádiz, y que realizase la migración con los ejemplares de su especie tras el verano.
Los técnicos reemplazaron todas las plumas de vuelo del paciente, que se extrajeron de tres donantes diferentes, dos cadáveres y un ejemplar irrecuperable.
Esta operación, de la que formaron parte cuatro personas en dos grupos de trabajo, es la primera que se realiza con un ejemplar con todas las plumas calcinadas
Anteriormente el águila estuvo en tratamiento durante dos meses en el centro para tratar las heridas que presentaba en las patas.
Tras la intervención fue trasladada a una estancia especial para realizar vuelos y que recuperara el tono muscular perdido por las lesiones.
En la mayoría de las ocasiones los ejemplares que sufren una electrocución suelen morir, bien instantáneamente, debido a los traumas internos, o posteriormente, a consecuencia de las lesiones. Las aves suelen presentar dos heridas, correspondientes a la entrada y a la salida de la corriente eléctrica, generalmente en alas y patas que suelen evolucionar hacia la muerte de los tejidos. EFE
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