Gestionar los residuos y garantizar su trazabilidad constituye el primer eslabón de una cadena llamada economía circular, que, como cualquier actividad económica sujeta a normativa y deberes tributarios, tiene sus atajos legales que ponen contra las cuerdas a todo un sector en beneficio de unos pocos.
Rafael González .- Efeverde.- Adentrarse por uno de los rincones de Madrid invita a descubrir maceteros con apariencia humana, alcorques con plantas o zapatos que emergen de las paredes y de los que no cuelgan pies, sino flores; espacios verdes que ‘brotan’ de las manos de Juan, un jubilado conocido como ‘El hombre de los pantalones’.
Cinco décadas han pasado desde que unos “visionarios” españoles importaron de Europa una forma de trabajar con los residuos cuando en España sólo se conocía al “basurólogo”, una figura administrativa que trabajaba “en la última puerta del pasillo, casi pidiendo perdón y avergonzado de su actividad”.
Bilbao (EFE).- La mitad de los plásticos que flotan en el mar se deshacen en partículas tan pequeñas como granos de arena, lo que indica que en el futuro “tendremos no solo islas, sino playas de plástico donde nos tumbaremos para tomar el sol”.
Juanjo Cordero / Madrid (EFEverde).- “A aquellas empresas que utilizan plástico sin sentido y de manera desproporcionada las denunciaría”, señala en una entrevista con Efe el actor Ricardo Gómez, quien tilda de “aberración” la existencia de organizaciones que comercializan con frutas peladas envueltas con este material.
Ha recorrido más de 800 kilómetros a pie, entre el Cap de Creus en el Mediterráneo y el Cabo de Higer en el Cantábrico, con el objetivo de denunciar el uso abusivo del plástico y demostrar cómo estos desechos están llegando a los rincones más recónditos y prístinos del planeta.
Su inminente paternidad, su amor al mar y el deseo de cambiar el mundo llevó a Antonio Márquez a montar hace una década la ONG Oceánidas, una asociación que aúna ciencia, acción y divulgación “para alcanzar un grado óptimo de realización personal” y demostrar que “la única posibilidad de sostener el planeta” es a través de la educación.
El cartel de “completo” cuelga del calendario de los cada vez más numerosos centros de educación ambiental sobre residuos que han nacido en el seno de los grandes vertederos, como la forma más directa de mostrar y educar sobre el supuesto último eslabón de la cadena.
El plástico es el enemigo público número uno y algunas entidades investigan cómo será el envase del futuro, desde cómo reducir el volumen que se fabrica o mejorar su reciclaje en el hogar hasta cómo dar valor al residuo para que tenga una segunda vida o se convierta en una apreciada materia prima.
Son responsables de aplicar y hacer cumplir las normas, pero también de consensuar y aglutinar apoyos. Las instituciones afrontan el reto del reciclaje con nuevas estrategias que invitan al ciudadano a ser partícipes e incentivan al mismo tiempo su compromiso; hoy, reciclar tiene premio.
La economía circular no es una moda ni una tendencia y sí una obligación que todas las administraciones están armando con un complejo entramado legislativo que va a situar al consumidor en el epicentro -como el eslabón imprescindible- del desarrollo sostenible.
Todo se puede reutilizar; esa es la máxima con la que Ángel Cañas, esculpidor de neumáticos, explica su “historia de amor” con estos materiales, que “tenemos a mano, son gratis y están por todas partes”, aunque reconoce que en España “se sigue reciclando sólo de cara a la galería”.
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