EFEverde.- Las autoridades de la capital chilena decretaron hoy la emergencia ambiental debido a la pésima calidad del aire, aunque la medida no afectará al desarrollo de las actividades previstas de la Copa América, que se juega en Santiago y otras ciudades del país.
“Tenemos un día muy excepcional, se va a probar la conciencia cívica y la solidaridad de los santiaguinos”, declaró el intendente de la Región Metropolitana de Santiago, Claudio Orrego, quien admitió que se trata de una medida extrema.
Después de tres días seguidos de preemergencia, la autoridad regional informó de que no han bajado los niveles de contaminación en la ciudad y que las estaciones de monitoreo muestran que la mala calidad del aire ha llegado a niveles críticos.
Prohibido circular al 80% de los vehículos sin catalizador
En virtud del decreto de emergencia ambiental, se establece una prohibición de circular que afecta al 40 % de los vehículos con catalizador y al 80 % de los que carecen de este dispositivo.
Concretamente, está prohibido el tránsito de vehículos catalíticos cuyas matrículas terminen en 1, 2, 3 y 4 y de los no catalíticos con patentes terminadas en 5, 6, 7, 8, 9, 0, 1 y 2. La restricción entra en vigencia a las 7:30 horas (10:30 GMT) y termina a las 21:00 (23:00 GMT).
Además, se procedería a la paralización de actividades en 3.000 industrias contaminantes y se suspenderían las actividades al aire libre.
La Copa de América, exenta
De esta prohibición están exentas las actividades programadas en Santiago con motivo de la Copa América, como entrenamientos, si bien mañana no hay programados encuentros.
“La Copa América responde a compromisos internacionales de Chile, por lo que no se suspende, pero esperamos que de aquí al miércoles no se mantengan estos niveles”, señaló el intendente regional, en alusión al hecho de que el próximo partido está previsto para medidos de semana.
“Aquí está en juego la salud de las personas (…), realmente estamos en condiciones atmosféricas y climáticas muy malas para Santiago”, reconoció.
Orrego explicó que la situación se debe a la falta de precipitaciones en lo que va de mes (el junio más seco desde 1968) y las malas condiciones de ventilación en la zona.
Santiago, ciudad de 6,3 millones de habitantes situada en un valle rodeado de montañas, es una de las capitales más contaminadas de América Latina, principalmente en otoño e invierno, debido a la ausencia de brisas que dispersen las partículas contaminantes y al fenómeno de la inversión térmica.
La premergencia ha coincidido con el inicio del invierno en el hemisferio austral y la celebración del Día del Padre, una jornada durante la cual tradicionalmente se producen numerosos desplazamientos automovilísticos. EFEverde