Signus, entidad española sin ánimo de lucro, controlará la procedencia de los neumáticos usados, ya sean adquiridos en el extranjero o procedentes de desguaces, y que se vayan a usar para la venta como neumáticos de reposición, ha señalado hoy esta sociedad en un comunicado.
Para ello, Signus contará con la colaboración de los talleres asociados en Cetraa, los vendedores de coches de Ganvam y los profesionales de la automoción de Conepa.
La venta de neumáticos usados adquiridos en el extranjero o procedentes de los desguaces tiene la consideración de neumáticos de reposición y, por tanto, los responsables de su comercialización en España tienen que adherirse a un SIG (Sistema Integrado de Gestión) de neumáticos fuera de uso.
Además, deben abonar, y repercutir al usuario final, la correspondiente cantidad para financiar la recogida y correcta gestión del residuo que se genere tras su utilización como ya están haciendo algunas de estas empresas, según Signus.
La creciente demanda de este tipo de neumáticos ha provocado la aparición de talleres dedicados “casi en exclusiva” al montaje de neumáticos usados, que solicitan a Signus la recogida gratuita de los residuos sin que en muchos casos se sepa con certeza su procedencia y si cumplen con sus obligaciones legales.
Para evitar estas situaciones “implantará estrictas medidas de control” en los puntos de generación sobre los que existan dudas razonables sobre la procedencia de los neumáticos usados que comercializan e informará de dichas dudas a la autoridad medioambiental para realicen la “inspección que corresponda”.
En 2012 Signus gestionó 26.000 toneladas de neumáticos usados por encima de su obligación, equivalentes a más de 3,5 millones de neumáticos de turismo, provenientes en gran medida del citado fraude lo que supuso un sobrecoste anual de más de 5 millones de euros. EFE
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