El grupo de investigación de la UPV/EHU ENEDI ha desarrollado un dispositivo modular basado en parafinas que permite el almacenamiento de energía térmica reduciendo el volumen total del sistema en un 50 % con respecto al almacenamiento con agua, tradicionalmente utilizado en edificación.
El 40 % del consumo total de energía en Europa se produce en los edificios, y reducir ese consumo cobra una importancia cada vez mayor.
El almacenamiento de energía térmica es una estrategia habitual de los sistemas de producción de energía en los que el periodo de producción y consumo de ésta no coinciden.
Ocurre, por ejemplo, en la producción de agua caliente mediante paneles solares térmicos, donde el agua caliente se produce durante las horas de sol, en las que su demanda es menor, y también en los casos de cogeneración residencial, donde el calor y la electricidad se generan simultáneamente, pero no así la demanda.
En ambos casos, el almacenamiento del calor permite desvincular la producción de la demanda, flexibilizando la integración de dichas tecnologías en los edificios, donde es habitual que los periodos de producción de energía no coincidan con los de su consumo.
"Funcionan bien, el agua es muy barata, pero se requieren grandes volúmenes para conseguir un almacenamiento significativo de calor, lo que limita su integración en las viviendas, donde la disponibilidad de espacio es muy reducida", ha explicado Álvaro Campos, investigador del proyecto.
El grupo de investigación de la UPV/EHU ENEDI ha desarrollado un prototipo con un 50 % menos de volumen y más flexible en su diseño, con forma prismática, fácil de integrar en edificios y con un óptimo uso del espacio. Su naturaleza modular permite, además, variar el diseño. EFEverde