Muchos habitantes de la isla griega de Zante, en el mar Jónico, han pasado la noche a la intemperie tras el fuerte terremoto de magnitud 6,4 en la escala de Richter ocurrido esta madrugada sin causar víctimas, pero sí daños materiales.
Según el Instituto de Geodesia del Observatorio de Atenas, el sismo ocurrió a la 01.54 hora local (10.54 GMT) y su epicentro se ubicó en el mar, a 44 kilómetros al suroeste de Zante y a 280 kilómetros al suroeste de Atenas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó previamente de una magnitud 6,8.
El terremoto se sintió también en el sur de Italia, Malta y Albania, y tuvo decenas de réplicas con una magnitud máxima de 5,4 grados.
Sin heridos, con daños materiales
El alcalde de Zante, Pavlos Kolokotsas, aseguró esta mañana a los medios que la situación está bajo control, que no hay heridos, pero sí una serie de daños, fundamentalmente producidos por deslizamientos.
Kolokotsas señaló que, como medida de precaución, hoy permanecerán cerradas todas las escuelas y guarderías de la isla, así como los servicios públicos.
Los principales daños se han registrado en las localidades de Laganas y Ayios Sostis, que se encuentran cerca del epicentro.
En el puerto de Zante, la capital de esta pequeña isla de 40.000 habitantes, hubo un desprendimiento del muelle que no ha causado daños a las embarcaciones, pero ha obligado a retirar de la zona todos los vehículos estacionados.
El presidente del organismo de planificación sísmica, Efthymios Lekkas, dijo en unas declaraciones a los medios locales que el daño en la isla ha sido “extremadamente limitado“, por encontrarse el epicentro en el mar.
De haber estado más cerca de la isla, “tendríamos grandes problemas”, añadió.
Lekkas instó a los residentes a no entrar en casas antiguas o en edificios con peligro de derrumbe.
El terremoto causó cortes de electricidad, pero el suministro eléctrico ha podido restablecerse en toda la isla. EFEverde