(*) Viviana Londoño, Oficial de comunicaciones para Amazonía, WWF Colombia.- Justo cuando avanza la COP13 de Biodiversidad en Cancún, y cientos de líderes de países de todo el mundo buscan llegar a acuerdos y compromisos para impulsar la conservación y uso sustentable de la biodiversidad, es el momento de promover acciones para conservar una de las áreas más diversas del planeta.
Estas cinco razones demuestran por qué la Amazonia y sus áreas protegidas son irremplazables y por qué deberíamos empezar a actuar para su conservación:
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Alberga miles de especies
© Staffan Widstrand WWF.
Las cifras lo demuestran: es tanta la riqueza de la Amazonia, que sus ecosistemas son el hogar de una de cada 10 especies conocidas, y sostienen la diversidad más rica de aves, peces de agua dulce y mariposas del planeta. Sólo en plantas, se han registrado más de 40.000 especies. Sin embargo, seguimos sin conocer la real dimensión de una de las áreas más diversa de la tierra. Más de 2.500 especies de peces han sido registrados pero se estima que la región puede albergar hasta 6.000 especies, y si se trata de insectos, sólo conocemos menos del 10%.
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Es el refugio de especies en peligro como los delfines de río y los jaguares
© Meridith Kohut WWF US.
Minería ilegal, expansión de la frontera agropecuaria, sobrepesca, cacería y deforestación. La lista de amenazas que enfrentan especies como los defines de río y los jaguares es larga y representa un enorme riesgo para su supervivencia. La Amazonia es uno de los últimos refugios para estas especies y la red de áreas protegidas de los países amazónicos genera un sistema de conectividad biológica que permite su protección.
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Ayuda a estabilizar el clima mundial
© Edward Parker / WWF
Aunque para la mayoría de personas que vivimos en las ciudades, la Amazonia suena distante y ajena, nuestra relación con este bosque tropical es mucho más cercano del que pensamos. La Amazonia no solo es una reserva de carbono, es además clave para estabilizar y regular los patrones climáticos regionales y globales, debido a que el vapor de agua que se libera allí genera “ríos voladores” en la atmósfera, que influyen en las lluvias de las región. Para los países andino-amazónicos, por ejemplo, la interacción entre las montañas y los bosques domina los patrones climáticos y de biodiversidad.
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Sus áreas protegidas son claves en la lucha contra el cambio climático
© Juan Pratginestos / WWF
Las Áreas Protegidas son vitales para ayudar a las comunidades y a la naturaleza a adaptarse al cambio climático, manteniendo o aumentando la salud de los ecosistemas, su integridad y la conexión entre ellos. Éstas pueden amortiguar los impactos de los eventos climáticos extremos y garantizan servicios ecosistémicos como agua potable, y alimentos. En la Amazonía hay más de 390 áreas protegidas que cubren cerca del 25 % del todo el bioma amazónico.
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Su riqueza está en riesgo
© WWF / Dado Galdieri
Nunca antes en la historia la Amazonía había estado tan amenazada. La agricultura, la ganadería, la minería y la construcción de infraestructura y represas hidroeléctricas son solo algunas de las actividades que tienen en riesgo la integridad de sus ecosistemas. Y aunque las Áreas Protegidas son escudos para su conservación, la Amazonia ha perdido el 17% de su bosque y esta cifra puede seguir aumentando si no se toman medidas.
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