Una embajada verde, por Lars Thuesen, Embajador de Dinamarca en España

Autor: Lars Thuesen, Embajador de Dinamarca en España

El verano pasado, cuando estaba sentado en el sofá para seguir las retransmisiones de los partidos de la selección española en el Mundial de Sudáfrica, no podía evitar fijarme en unos anuncios que se transmitían siempre durante los descansos de los partidos.

En estos anuncios, se veían jugadores españoles como Puyol, Reina y Xabi Alonso agitando una mano de goma con un dedo índice enorme, haciendo hincapié en la importancia de bajar la temperatura del aire acondicionado y de apagar los electrodomésticos, cuando no están en uso.

El mensaje de fondo era sencillo: los pequeños gestos en el día a día de cada uno también cuentan y pueden tener efectos importantes en el ahorro energético.

Para algunos esto seguramente suena muy banal. Yo, sin embargo, estoy convencido de que realmente es así. Y de que no solo es algo que se pueda aplicar en el hogar de cada uno, sino también en los despachos y en las empresas.

Permíteme que use mi propio lugar de trabajo como ejemplo. Con unos ligeros ajustes en las instalaciones y pequeños cambios en los hábitos cotidianos, la Embajada de Dinamarca en Madrid ha ahorrado un 14% en el consumo de energía en los últimos dos años. Un ahorro notable que también ha significado una reducción importante en la factura de la luz de la Embajada.

El ahorro se debe a varias iniciativas, insisto, sencillas, pero significativas. La más eficaz ha sido, sin duda, la reprogramación y el cambio en el uso del sistema de climatización. Ahora está programado para mantener una temperatura constante de 21 grados en toda la Embajada, y no se puede subir ya a más de 24 grados. Asimismo, para que no esté funcionando toda la noche cuando no hay nadie en la Embajada, el sistema se apaga por si solo a la hora cuando los empleados de la Embajada vuelven a sus casas.

Además estamos haciendo un mayor esfuerzo para comprar productos que favorezcan el bajo consumo energético, y hemos logrado concienciar y favorecer un comportamiento energético más responsable en el día a día entre todos los empleados.

Yo, por mi parte, me he acostumbrado a apagar siempre la pantalla del ordenador, la impresora y la luz en mi despacho cuando salgo para ir a una reunión o para comer. Ya no imprimo todos los documentos que tengo que leer, solo los más necesarios. Mis compañeros hacen lo mismo. Todos apagamos ahora las luces en la cocina y en los servicios cuando no hay nadie. La máquina de café ahora solamente se enciende, cuando alguien la quiere usar. Y el último que sale de la Embajada por la tarde se asegura de que no haya ninguna luz encendida durante la noche.

Estas iniciativas sencillas, pero eficaces, tienen su origen en un acuerdo que la Embajada firmó en 2009 con la Agencia para el Ahorro Energético de Dinamarca para reducir el consumo energético de la Embajada y así convertirla en una Embajada Verde. El compromiso era reducir el consumo con un 1,5% al año, en total un 4,5 % en el período 2009 – 2011; una meta que la Embajada ya ha superado con creces, incluso un año antes de lo acordado.

El objetivo del acuerdo es, por un lado, el ahorro energético lo que va en favor de los recursos energéticos, protegiendo así el medioambiente y previniendo el cambio climático. Por otro lado, ser Embajada Verde da más credibilidad a la Embajada cuando participa en actividades relacionadas con el ahorro energético, la energía verde y sostenible y el cambio climático.

30 otras Embajadas danesas ya han firmado acuerdos similares. Si a alguien le interesa, puede leer más en nuestro perfil común en Facebook llamado "Green Embassy Network (Green Mission, Denmark)”.

El proyecto forma parte de los importantes esfuerzos que Dinamarca lleva a cabo estos años en los ámbitos de la energía, del medioambiente y del clima, buscando siempre una mayor sostenibilidad en la sociedad y en nuestro estilo de vida.

Por eso, me gustó tanto ver que los campeones del mundo también están en la lucha por el ahorro energético.