Por Francisco Martínez Romón.-
Nacido a los pies de las cumbres del alto Pirineo aragonés -donde emerge el imponente macizo del Viñemal- el río Ara precipita sus rápidas y virginales aguas laderas abajo, abriéndose paso con tozudo empeño, hasta alcanzar el valle de Bujaruelo y componer, a lo largo del trayecto, un paisaje de singular e indiscutible belleza.