Por Francisco Martínez Romón.-
Las recientes lluvias caídas, tras una extemporánea nevada cuya huella se mantiene aún visible en las cumbres más altas, han dejado los valles asturianos de Somiedo con un exceso de agua que los regatos se encargan de evacuar sin descanso; mientras el numeroso ganado de la zona se aprovecha a su antojo de tan exuberantes prados, de un verde lujurioso que confiere al paisaje una espectacular fisonomía.
Pincha aquí para acceder al texto completo de EL VALLE DEL LAGO (SOMIEDO)