Nueva entrega de los microdocumentales de Mónica Fernández Aceytuno en Efeverde en colaboración con Aquae TV, en esta ocasión sobre el vencejo.
La canción del verano en nuestros cielos,
también sobre El Escorial,
es el canto de los pájaros que duermen en el aire,
y que sólo se posan para la cría: los vencejos.
El poeta Luis Chamizo hubiera llamado a este sonido chilrío.
Por esas alas largas, con forma de hoz,
los distinguimos de las golondrinas,
con las que los vencejos
no tienen nada que ver,
ya que están más próximos a los colibríes.
Los vencejos comen, beben, se aparean y al anochecer ascienden mil metros para dormir en el aire, sin detener el aleteo.
Si cayeran al suelo, no podrían levantarse,
por eso anidan en los recovecos de las fachadas
como si fueran los de un acantilado
del que lanzarse en vuelo.
Al final del verano
con la marcha de los vencejos
de la que ni nos damos cuenta,
los cielos se empobrecen,
por quedar vacíos de pájaros y de chilríos.
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Cedente: Fundación AQUAE

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