Lourdes Uquillas nos habla del roble, otro de los árboles emblemáticos de la Península Ibérica.
Esta semana, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Diversidad Biológica el 22 de mayo, vamos a hablar del roble, otro de los árboles emblemáticos de la Península Ibérica.
Es una especie ligada a una de las grandes tradiciones en España como es el vino, sin embargo, para la fabricación de los toneles se usan robles franceses o americanos, aunque según los expertos, el español no tiene nada que envidiarles. También se ha utilizado tradicionalmente para la fabricación de muebles y la industria naval, principal causa de su deforestación entre los siglos XVI y XVIII.
Durante este periodo se deforestaron aproximadamente diez millones de árboles y más de 50.000 hectáreas en el norte de España.
El roble es un árbol de muy lento crecimiento, como todos los que dan buena madera, y puede vivir entre 200 y 600 años. Existen varias especies de roble, como este árbol que tengo yo aquí, y que lo he obtenido de una semilla recogida en La Alberca en Salamanca.
Una buena gestión forestal ayudaría a hacer frente al cambio climático y los incendios forestales debidos a la sequía y a su reforestación como especie autóctona.
(*) Lourdes Uquillas es redactora de EFEverde