Garantizar la posesión, uso y manejo indígena del territorio, diseñar un marco jurídico propio y potenciar el uso de las telecomunicaciones son algunos de los puntos que articulan la Agenda Indígena Amazónica, presentada este jueves en la COP25 del Clima en Madrid, para “amazonizar la sociedad” frente a la mercantilización de la naturaleza.
La hoja de ruta -redactada por la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), que representa a los pueblos originarios de Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana francesa- pretende “aportar la visión indígena en un contexto de emergencia climática”.
El “hastío” de los pueblos nativos de Sudamérica ante “las agendas que no guardan relación alguna con la preservación de la naturaleza del Amazonas” ha impulsado la creación de este programa, ha asegurado el coordinador de las COICA, Gregorio Díaz Mirabal: “Hemos decidido que nuestra prioridad número uno es garantizar la posesión, uso y manejo de los territorios ancestrales que tradicionalmente hemos habitado”.
La agenda recoge el derecho a ejercer “el pluralismo jurídico que reconocen algunas constituciones de los Estados de la región”, una iniciativa alineada con “los códigos, normas de convivencia y sentido de la justicia” de los pueblos originarios amazónicos, “que los Estados han ignorado, violentando nuestros derechos“.
El impulso de las “tecnologías de la información y las telecomunicaciones” es otro de los puntos en los que se basa la agenda, que establece la necesidad de “apoyar a profesionales en el campo de la comunicación para crear redes de información a nivel de la cuenca amazónica” que permitan” establecer planes y estrategias de acción los cuales “defiendan los derechos de los pueblos indígenas”.
En contra de lo que han denominado la “mercantilización de la naturaleza”, esta agenda, puede ayudar a “amazonizar a la sociedad a través de nuestra visión”, para “luchar contra el cambio climático, la desigualdad, y la destrucción de la vida de nuestro pueblo”, ha explicado Díaz.
Según Díaz, “Dios está en la selva, en los ríos y en las montañas, no en una imagen dentro de un templo”.
Ha realizado un llamamiento para que los “millones de católicos dejen de rezar en las iglesias y empiecen a actuar”. EFEverde
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