La ministra en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha instado este jueves a aprovechar la diversidad y la riqueza natural de España en una transformación del modelo alimentario que impulse una producción “menos traumática y más llevadera” que no ahogue al medio rural.
Transformación alimentaria
Ribera ha clausurado, en la Cumbre del Clima (COP25) que se celebra en Madrid, la jornada “Cambio climático y biodiversidad: hacia una revolución en el sistema alimentario”, donde ha reconocido que en los últimos tiempos se vive “una recuperación de la calidad frente a la cantidad” en el modelo de consumo.
Ha recordado que “el modo en que antes se concebía a los agricultores no siempre tenía en cuenta su calidad de vida y renta y el mantenimiento de los servicios ecosistémicos”, pero “esto está cambiando, la demanda va en otra dirección y tenemos que conseguir que continúe así”.
En este sentido, ha defendido “trabajar desde todos los frentes” con la oportunidad que ofrece la Política Agraria Común (PAC) y “reconciliar el mundo urbano y el mundo rural, apostando por pueblos y ciudades de tamaño medio y prácticas agrarias que habían pasado a un segundo plano”.
En el debate, moderado por la presidenta de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA), María García, ha participado también la cocinera María José San Román, quien ha reconocido que se está viviendo “un momento histórico” en el que los cocineros, “que somos la imagen que la gente mira”, deben defender el mundo rural.
Para ello, “tenemos que pagar el producto por lo que vale y fomentar el poder de la mujer, que se ha dedicado toda la vida a transmitir una cultura gastronómica saludable y su trabajo hoy no está tan de moda”, ha aseverado.
[box type=”shadow” ]Ambas se han reconocido defensoras de la cocina de temporada, que, según Ribera, “respeta las estaciones, el suelo, el campo, las características climatológicas e hidráulicas y es imaginativa y creativa”, y han apelado a la transmisión del legado gastronómico español, pues “de ello depende que se conserve el paisaje”.[/box]
En la jornada ha intervenido también Jesús Pagán, fundador de Foodtopia, quien ha subrayado que “no es posible arreglar el cambio climático si no arreglamos el sistema alimentario” y ha destacado que, por cada 1.000 euros que una familia gasta en un supermercado, 500 no son comestibles y sólo se destinan 220 euros al producto, lo que supone el “principal motor de exclusión social y de pobreza”.
Oriol Reull, director de la plataforma Too Good To Go, ha hecho una “llamada a la coherencia”, porque España “es un país que ama la comida y a nadie le gusta tener que tirarla a la basura”.
Y el fundador de Granja Cantagrullas, Rubén Valbuena, ha abogado por nuevas redes de distribución que favorezcan al pequeño y mediano productor en lugares castigados por la despoblación, donde los centros de consumo “están muy alejados de la población”. EFEverde
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