Madrid.- Empresarios y emprendedores han destacado durante la jornada “Liderando el cambio: La juventud empresarial habla sobre economía verde y transición energética” la gran importancia que tiene para los inversores y la sociedad en general la apuesta de las compañías por la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, mientras el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha asegurado que quien “no vea la importancia de la economía circular está acabado”.
Modelos de economía baja en carbono
En este foro, celebrado en Madrid y organizado por la Fundación Repsol y la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (CEAJE), se ha disertado sobre los nuevos modelos empresariales basados en la economía baja en carbono como una ventaja competitiva para cumplir con los compromisos climáticos.
Durante la jornada, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha destacado que “todos, no sólo las grandes empresas“, “tenemos que abordar este proceso de transformación, y tenemos, tenéis, que hacerlo manteniendo la competitividad para seguir funcionando y mantener así el empleo de miles de familias”.

En este sentido ha analizado el compromiso internacional, y especialmente de Europa, para cumplir con los objetivos de la COP de París, celebrada hace más de siete años y en la que se logró un acuerdo histórico para luchar contra el cambio climático e intensificar las iniciativas y las inversiones necesarias para trabajar con fuerza por un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono.
Brufau repasó como es necesario atender a los tres pilares del “trilema energético”; la sostenibilidad, la seguridad de suministro, y la competitividad de esa energía, ya que priorizar uno de ellos en detrimento de otros, u otro, no sería viable y no se lograrían alcanzar los objetivos de ninguno de los tres por separado.
Además, la invasión de Rusia a Ucrania ha demostrado cómo existen defectos en el sistema, el exceso de dependencia y la necesidad de atender a los tres ejes de ese “trilema”.
En su intervención también analizó cómo desde Europa se puede impulsar indirectamente, por ejemplo, la producción de coches eléctricos en China, privando al Viejo Continente de esa actividad, además de dejar de fabricar otro tipo de vehículos tradicionales y lastrando el Producto Interior Bruto (PIB) europeo, lo que también se acaba traduciendo en que estos países tienen menos capacidad para poner en marcha medidas e iniciativas sostenibles y de lucha contra el cambio climático.
La transición energética tiene que ser justa y neutral
Por su parte, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha señalado que “la transición energética tiene que ser justa y neutral” y ha añadido además que, “si bien las empresas tienen que cumplir los objetivos de 2030, también tienen que obtener beneficios” para sostener su actividad y el empleo”.

Garamendi ha subrayado la importancia de apostar por la economía circular y ha enfatizado a los presentes que “el que no lo vea, está acabado”, al tiempo que ha explicado cómo en el actual escenario internacional en España cerramos plantas de carbón, mientras Alemania las abre y al final “pagamos el CO2 de los alemanes”, por lo que apostó por hacer la transición energética, y cualquier cambio, con calma y “peldaño a peldaño”, sin perder competitividad para poder mejorar en lo social y lo medioambiental, ha recalcado.
Además, recordó que los inversores cada vez atienden más a los llamados “intangibles” para apostar por una empresa y lamento cómo en España se cambian “las normas permanentemente” lo que asusta a los fondos de inversión, al percibir que no existe una seguridad jurídica a medio plazo, no hay claridad en la regulación y se cambian las reglas del juego.
Este escenario frena la inversión y la competitividad de España que, además, debería industrializarse, como mínimo según los objetivos que se marcaron entonces en la agenda 2020.
Políticas verdes en las empresas
El presidente de CEAJE, Fermín Albaladejo ha resaltado que los jóvenes empresarios son “los impulsores de esta transición energética” y ha asegurado que “desde la confederación tenemos muy claro que la acogida de políticas verdes dentro de las empresas es fundamental si queremos avanzar en su competitividad y en la creación de modelos de negocio innovadores y disruptivos”.

Ha valorado que la economía circular con políticas verdes puede suponer la creación en España de 160.000 puestos de trabajo, así como que “la mitad de las pyme ya afirman que la sostenibilidad es clave para su desarrollo”, si bien poner en marcha estas iniciativas “también resulta caro”, por lo que subrayó la necesidad de que “los fondos NextGeneration lleguen”.
El presidente de ENISA, José Bayón, ha recalcado que “aún siendo conscientes de la incertidumbre geopolítica global, hay que poner en valor que la suma del impulso transformador de nuestro ecosistema emprendedor, junto a la mayor inversión pública hecha jamás y las gotas del talento innovador y emprendedor que sin duda tiene la juventud, caminamos por la senda de la economía sostenible y transformadora“.
En este sentido, ha recordado “los préstamos participativos con los que contamos en ENISA y que tienen un efecto persistente a largo plazo, así como un impacto económico y social”.
Durante la jornada, el cofundador de Wallapop, Agustín Gómez y el director general de Fundación Repsol, António Calçada, disertaron sobre los nuevos modelos empresariales basados en la economía baja en carbono como ventaja competitiva.
Calçada ha destacado como la Fundación “ha lanzado el proyecto Motor Verde, un gran proyecto de reforestación basado en el triple impacto: un proyecto rentable, fundamentado en la economía baja en carbono y con un fuerte impacto social al que además hemos incorporado el ‘market place’ para su comercialización y poder dar respuesta a la demanda de empresas y particulares que quieren compensar su huella de carbono de forma voluntaria”.
Triple contabilidad: económica, social y ambiental

El director general de la fundación ha recalcado que la sostenibilidad debe dejar se ser considerada como un “intangible”, ya que existe, “y cada vez más”, una “triple contabilidad: la económica, la social y la medioambiental” (ESG).
La económica serán “los números”, la segunda explica también iniciativas como los empleos que se crean al crear, por ejemplo, un punto de producción, y la tercera todas las medidas que buscan defender el planeta y reducir emisiones. “Todas son cada vez más atendidas por los inversores” y las empresas que apuesten por la descarbonización ya están por delante de las que no lo hacen a la hora de atraer fondos de inversión, ha subrayado. EFEverde
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