La tasa de plaguicidas permitida en un ser humano es de 0,1 nanogramos por mililitro de orina, sin embargo, dos análisis realizados recientemente en Francia e Italia demuestran que los índices de estos químicos superan lo permitido por las autoridades sanitarias europeas.
A la espera de que la Comisión Europea se pronuncie en diciembre próximo sobre la prórroga del uso del glifosato, el pesticida más utilizado en el planeta, la asociación francesa “Générations Futures” decidió realizar un análisis de orina en personas para comprobar los niveles de este químico, ha informado en un comunicado la plataforma Iniciativa Ciudadana Europea (ICE).
En Francia
El análisis se realizó en 30 personas de ambos sexos, de entre 8 y 60 años de edad, que viven tanto en ciudad como en el campo, y que tienen una alimentación variable (ecológica o no, vegetariana o no).
Entre las personas analizadas se encuentran personalidades de Francia como la ex ministra de Ecología, Delphine Batho, la cantante Emily Loizeau, la locutora de radio Charline Vanhoenacker o el humorista Alex Visorek.
Los análisis han demostrado “lo que ya habíamos confirmado en pruebas realizadas en otros países de Europa”, ha dicho el portavoz de Générations Futures, François Veillerette.
El 100 % de las muestras analizadas contienen glifosato en una concentración por encima del límite mínimo de cuantificación de la prueba, es decir 0,075 nanogramos por mililitro en orina.
La concentración promedio de glifosato encontrada ha sido de 1,25 nanogramos por mililitro de orina, mientras la muestra con el valor más bajo contenía 0,09 nanogramos por mililitro de orina.
El índice más elevado es de 2,89 nanogramos por mililitro de orina, es decir, 32,11 veces mayor que el valor más bajo.
Veintinueve de las 30 muestras, es decir el 96.66% según Générations Futures, contenía concentraciones que estaban por encima de la concentración máxima permitida de plaguicidas en agua (0,1 nanogramos por mililitro).
En Italia
En Italia, un estudio realizado por la revista mensual de la organización de consumidores italiana “Il Salvagente” sugiere que la contaminación por glifosato en humanos “se ha generalizado”, incluso en centros urbanos alejados de tierras agrícolas.
Los análisis se realizaron de forma conjunta con la asociación A Sud, y en las 14 embarazadas estudiadas, todos los exámenes dieron positivo.
Según la organización, no existen cantidades máximas permitidas para el glifosato en el cuerpo humano, sin embargo, la cantidad de glifosato observada en los análisis oscila entre 0,43 nanogramos por mililitro de orina y 3,48 nanogramos por mililitro.
Estas cifras demuestran que “el glifosato no debería estar presente en nuestros cuerpos, y menos aún en el de los niños no nacidos”, han asegurado.
Solo uno supera las cantidades permitidas de plaguicidas
“La dosis mínima encontrada en mujeres en Italia es cuatro veces más que la máxima de plaguicidas permitida en general, pero ahí hay que sumar todos los demás plaguicidas que tendrá esa persona en su alimentación en su cuerpo a lo largo de su vida, esto es solo glifosato”, ha manifestado a Efeverde el coordinador de ICE para España y Portugal, Juan Felipe Carrasco.
En España no se ha hecho aún ningún análisis, sin embargo, si en Francia e Italia los análisis han dado positivo en todas las personas estudiadas, “aquí será algo parecido al tener una agricultura intensiva y con muchos transgénicos”, ha sostenido.
ICE, promovida por el movimiento WeMove.EU (Movemos Europa), ha lanzado una recogida de un millón de firmas para que la Comisión Europea no renueve en diciembre próximo el permiso de utilización del glifosato.
“Está en todas partes”
“Este químico está en todas partes, en la alimentación, en los parques y jardines”, ha aseverado Carrasco.
También las plantas que se compran en viveros, a pesar de que una persona no utilice glifosato en su cuidado, las mismas ya vienen tratadas con el químico en sus hojas, salvo las que llevan certificación de ecológicas, ha añadido.
A esto hay que sumar los perros que corren en parques y jardines en los que se utiliza glifosato para su cuidado.
“Es la confirmación de que a pesar de que las multinacionales como Monsanto digan que este producto desaparece y se deshace él mismo en la naturaleza, es falso, ya que se mantiene en nuestros cuerpos”, ha sostenido.
La campaña www.stopglyphosate.org/es ha logrado hasta el momento 800.000 firmas, y continúa con el trabajo de llegar hasta finales de junio al millón de apoyos para presentarlos ante el comité de Plantas, Animales y Piensos (PAFF) de la CE.
Lo que dice la industria
La industria fitosanitaria representada en la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (Aepla) -de la que forma parte Monsanto- en un comunicado remitido a Efe en marzo pasado sostiene que “el glifosato no es cancerígeno, en contra de lo que señalan los activistas, ninguna autoridad reguladora en el mundo lo ha dicho sobre este producto, uno de los más analizados en la historia dado que hace más de 40 años que es empleado”.
Y añade: “Así lo han establecido diversos organismos reguladores tras evaluar los todos estudios científicos disponibles. Así se han pronunciado, entre otros, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el Instituto Federal Alemán para la Evaluación del Riesgo (BfR), la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y otros organismos reguladores entre los que destacan los de Canadá, Japón y Australia”.
Además Aepla sostiene que “los argumentos de los activistas se fundamentan en la clasificación reciente realizada por la IARC una agencia que no es una autoridad reguladora”. Efe
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