Los partidos políticos hablan mucho sobre agua, sobre todo cuando llegan los períodos electorales, pero a la hora de la verdad parecen incapaces de sentarse para acordar y firmar un Pacto de Estado sobre el tema. Según distintos especialistas en la materia, ese acuerdo debería permitir dejar el líquido elemento fuera de la contienda política y, al mismo tiempo, satisfacer las necesidades de agricultores, ganaderos, industrias, ciudades y consumidores en general. A día de hoy, España soporta de nuevo los rigores de la cíclica sequía, sumados a una inquietante disminución de las precipitaciones. Es un momento especialmente complicado que debería hacer reflexionar a todos los actores políticos e impulsarles en busca de ese Pacto. En lugar de ello, asistimos a un permanente enfrentamiento entre siglas diferentes, todas ellas a la búsqueda del voto…