La conservación y restauración de los distintos tipos de hábitats costeros es fundamental para paliar los efectos negativos del cambio climático, según han constatado especialistas y técnicos de diferentes administraciones nacionales y extranjeras en el encuentro “Mirando al futuro: la restauración de humedales costeros, una herramienta contra el cambio climático”, celebrado en la Casa de las Mareas de Soano (Cantabria).
En el encuentro, enclavado en el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, se han expuesto diferentes experiencias desarrolladas en la cornisa cantábrica, y especialmente los proyectos presentados por los miembros de la RSPB (Royal Society for Protection of Birds) de Gran Bretaña.
A lo largo de dos jornadas, diez ponentes mostraron cómo los humedales costeros son básicos para la protección contra los fenómenos extremos cada vez más frecuentes y la subida del nivel del mar, fenómeno que ya se está produciendo a escala global.
Sumideros de CO2
En el caso del Reino Unido, la presencia de numerosos territorios reclamados al mar en los últimos siglos para su transformación en terrenos agrícolas ha hecho que éstos sean el escenario ideal sobre el que experimentar nuevas técnicas de recuperación y restauración para transformarlos en lagunas costeras y marismas.
De esta manera, estos espacios, además de mitigar la subida del nivel del mar y las inundaciones en asentamientos humanos, actúan como sumideros de CO2 y se convierten en lugares de refugio para muchas especies de fauna, especialmente aves acuáticas.
Otros temas abordados durante el encuentro fueron el grado de recuperación de los ecosistemas restaurados en comparación con los hábitats naturales, la lucha contra especies exóticas invasoras, los planes de gestión de los espacios protegidos litorales, la gestión del uso público como una herramienta de conservación y sensibilización o el papel de la custodia del territorio en la restauración.
Combatir el cambio climático

Todos los ponentes han coincidido en el importante papel que la restauración de los hábitats puede tener tanto en frenar el cambio climático como en mitigar sus efectos.
Y es que los ecosistemas en mejor estado o en fase de restauración son buenos sumideros de gases de efecto invernadero, situándose a la cabeza los humedales.
Por otro lado, BirdLife International ha proclamado la mejora y restauración de hábitats como una de las medidas más importantes para mitigar los efectos que el cambio climático tendrá en el futuro sobre hábitats y especies.
Avanzar en restauración
La restauración ambiental es una disciplina muy joven, por lo que es imprescindible continuar avanzando en su conocimiento, investigando y evaluando las distintas técnicas y resultados obtenidos.
Felipe González, delegado de SEO/BirdLife en Cantabria, ha explicado que “el cambio climático y sus efectos son ya una realidad y que países como Gran Bretaña ya trabajan intensamente para adaptarse a ello”.
“En España estamos empezando, pero debemos asegurarnos que la restauración ambiental siga creciendo y se convierta en una herramienta cada vez más generalizada para conservar hábitats, especies y prevenir los efectos inevitables de un cambio climático que ya nadie pone en duda”, ha añadido.
La Casa de las Mareas
Gracias al apoyo financiero de la Fundación Biodiversidad, el Ayuntamiento de Arnuero en colaboración de SEO/BirdLife ha conseguido poner en marcha este ambicioso proyecto, uno de cuyos principales objetivos es convertir la Casa de las Mareas de Soano en un centro de investigación, conservación, educación y voluntariado ambiental sobre los humedales.
La celebración del seminario ha coincidido con la presentación de la exposición que sobre los humedales y sus amenazas se ha instalado en la Casa de las Mareas, lo que lo convertirá en el centro de interpretación de las marismas y base operativa para la realización de actividades y cursos.
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