Carmen Mesa García.- Analizar la historia de la arquitectura y su relación con el cuidado y la gestión del medioambiente, a través de “una visión de conjunto”, es una cuestión “necesaria”, afirma el arquitecto Eduardo Prieto, quien también asegura que es algo que “no se había hecho” hasta el momento.
Este es el tema que Prieto aborda en el libro “Historia medioambiental de la arquitectura”, recientemente publicado por Ediciones Cátedra, en el que hace un recorrido por “las herramientas que ha tenido la arquitectura para ir atajando ciertos problemas” y al que da forma a través de cuatro capítulos.
“No es que el medioambiente sea una especialización de la arquitectura, es que a lo largo de la historia la “buena arquitectura” siempre ha cuidado estos temas, con los recursos propios de cada época”, señala el profesor de arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid a EFEVerde.
La publicación, acompañada de ilustraciones, tiene entre sus propósitos explicar ejemplos tomados de la historia y utilizarlos “como modelos, no como curiosidades”, porque algunos edificios clásicos son más bien “lecciones de la arquitectura que tienen vigencia hoy”.
Como claro ejemplo de esto explica el caso de la Alhambra, un edificio que todos conocemos por su simbolismo, pero que en una doble lectura, menos común, se descubre una función arquitectónica que va más allá de lo ornamental, y que está “pensada para solucionar un clima concreto o una situación concreta”.
Por otro lado, sobre cómo mejorar la sostenibilidad desde el punto de vista de la arquitectura, Prieto sostiene que “los edificios no construyen la ciudad. La ciudad moderna se construye con tramas, con infraestructura, y los edificios solo ocupan casillas dentro de esa trama”.
Afirma con ello que no es suficiente con hacer construcciones certificadas como medioambientalmente respetuosas, pues “las civilizaciones se hacen sostenibles por la manera en que ocupan el espacio”, y un solo edificio “no va a mejorar la situación”, por más respetuoso que sea con el entorno.
[box type=”shadow” align=”aligncenter” ]A su juicio, un debate interesante en torno a esta cuestión se genera entre quienes apuestan por la ciudad mediterránea como opción más eficiente, aquella en la que se concentra mucha población en poco espacio, y quienes no están de acuerdo con esta idea.[/box]Y es que ese modelo de urbe “compacta” implica tener que mover mercancías a grandes distancias, algo que obliga a crear una red de transporte contaminante, razón por la que “hay expertos que empiezan a desconfiar del modelo de gran ciudad” como gestora eficaz de recursos.
Sin embargo, explica que esta es una discusión que se da en entornos especializados pero que no se traduce al debate público, ya que la gestión de las tramas urbanas “se encuentra en manos del mercado en buena medida”, además de que esos mecanismos son cada vez más “complejos y difíciles” de resolver.
Los orígenes de la arquitectura ambiental
Si volvemos de nuevo la vista hacia la historia, Prieto identifica uno de los orígenes de la civilización con el momento en que el ser humano empieza a “crear un microclima para protegerse de la naturaleza” a través de construcciones que, en principio, servían para preservar el fuego.
Y precisamente “Fuego” es el título del capítulo que abre el libro, para continuar abordando los otros elementos de la cuaterna clásica: tierra, agua y aire, en ese orden, en lugar de darle una estructura puramente cronológica.
De esta forma, se plasma mejor “el sentido ambiental de la arquitectura”, ya que “en este planteamiento, destaca más lo que permanece en el tiempo que los grandes saltos” a lo largo de la historia, según declara el autor.
[box type=”shadow” align=”aligncenter” ]A diferencia de las sociedades tradicionales, el confort de las modernas está estrechamente ligado a la energía, algo que, para Prieto, no tiene por qué ser negativo, puesto que significa que “se está dando acceso a determinados bienes”.[/box]En este sentido, el arquitecto y autor del libro no plantea que debamos volver a las sociedades primitivas, en las que se consumía muy poco pero eran “muy precarias”, sino encontrar un equilibrio entre no perder del todo el confort y tampoco “despilfarrar” la energía.
Por esta razón, la “Historia medioambiental de la arquitectura” pretende mostrar ejemplos que se puedan extrapolar a la arquitectura contemporánea, atendiendo a las condiciones y las herramientas con las que contamos hoy en día, a través de un estudio de la historia desde el punto de vista medioambiental. EFEverde
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