Juanjo Cordero.- EFEverde. Lo “único bueno de utilizar plástico de un solo uso es que nos ha obligado a abrir los ojos” para luchar de verdad contra la contaminación, ha asegurado a EFE el director de Océanos de Greenpeace Reino Unido, Will McCallum, quien acaba de publicar ‘Deja el plástico’ (Ed. Península).

Se trata de una guía para ayudar a eliminar del planeta “un material que ha definido nuestra generación” pero que se ha convertido en uno de los principales elementos contaminantes del planeta: la expresión de que “la cultura de usar y tirar ha ido demasiado lejos”.
El ser humano “debe dejar de producir y consumir productos cada vez más baratos sin considerar el coste para el medio ambiente” como ha sucedido en el caso del plástico, un producto inicialmente “higiénico y barato y que ha ayudado a mejorar la vida de millones de personas”, aunque sus consecuencias a largo plazo “han sido desastrosas”.
13 millones de toneladas de plástico en el mar cada año
Cada año, cerca de 13 millones de toneladas de plástico llegan al mar y matan a un millón de aves y a 100.000 mamíferos marinos, según los datos que maneja McCallum, quien añade que en la actualidad “hay al menos 700 especies directamente afectadas” por este material.
Sin embargo, la producción de plástico de un solo uso “sigue en aumento y ninguna multinacional hay presentado un plan realista para reducir su uso”, lo cual “resulta preocupante”.
En el caso de los océanos, McCallum ha indicado que la causa del 30 % de la polución plástica se concentra en las microfibras, “sobre todo de productos cosméticos, champús y ropa”.
“Purgar el propio hogar de plásticos”
Tras repasar en su obra la historia de la lucha contra el plástico, este experto plantea “purgar el propio hogar de plásticos indeseados” describiendo cuatro apartados para evitarlo, desde el baño hasta el dormitorio.
[box type=”shadow” ]También aporta indicaciones para eliminarlo durante la crianza de un bebé y limpiarlo de las calles y lugares de trabajo, siguiendo los principios de “rechazar, reducir, reutilizar, reciclar…, y contarlo” luego en las redes sociales para difundir el problema e inspirar a otras personas a actuar contra él. [/box]McCallum no se muestra excesivamente optimista ante el futuro de los plásticos biodegradables ya que “sólo el 9 % del que se genera en el mundo se recicla”, lo que resulta “extremadamente grave” porque cada botella de plástico normal “tarda 450 años en degradarse en el océano”.
Antropoceno, nueva época geológica
En este sentido, ha admitido su “estupefacción” al comprobar el planteamiento de algunos geólogos para los cuales la presencia de plásticos en los estratos rocosos sería uno de los indicativos que justificaría contemplar una nueva época geológica, bautizada como Antropoceno, “en la que la huella humana se ha vuelto visible a largo plazo”.
[box type=”shadow” ]Este activista es consciente de que “para la mayoría de las personas no es posible vivir sin plástico” por razones de tiempo, dinero y ubicación geográfica, entre otras, pese a lo cual considera que el hecho de que “tantas personas intenten superar semejante reto y documenten sus experiencias en la red representa una fuente de inspiración constante”. [/box]Por eso reconoce que “no hay una única vía para renunciar al plástico” y el itinerario hasta conseguir ese objetivo “puede variar en diferentes países y comunidades”, aunque el mensaje “es siempre el mismo: tenemos que dejar de producir tanto plástico”, un material que a su juicio “simboliza un mundo obsoleto, que nunca valoró lo suficiente el planeta del que dependemos”.
McCallum concluye advirtiendo que “el plástico no va a esfumarse de un día para otro y, desde luego, si desaparece, no lo hará sin oponer resistencia”. EFEverde
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