Manuel González (BIOIMATGE) www.buscandoelazul.com .- Habitualmente la gente sabe distinguir una medusa y un coral. A pesar de su aspecto, aparentemente tan diferente, ambos tienen tantas cosas en común que forman parte del grupo zoológico de los cnidarios.
Una medusa es un animal de estructura simple, con un cuerpo en forma de campana y con unos tentáculos que, en la mayoría de las especies, tienen numerosas células urticantes. Se mueven libremente por el agua mediante contracciones de su cuerpo y son arrastradas por el viento y las corrientes marinas.
Hay también otros cnidarios que viven unidos al fondo por un disco basal situado en uno de los extremos del cuerpo. En el lado opuesto se halla la boca rodeada de tentáculos, también con células urticantes. Según las especies estos cnidarios pueden ser organismos solitarios o bien se agrupan formando colonias de numerosos individuos, es el caso de las gorgonias. En general a cada uno de estos individuos de vida fija se le denomina pólipo.
Ciclo de vida
Lo que es menos conocido es que en numerosas especies los pólipos y las medusas son dos fases distintas del ciclo de vida de los individuos de una misma especie.
Para describir el ciclo biológico de los cnidarios se suele tomar como referencia el de la especie Aurelia aurita, un animal que puede hallarse en nuestras aguas.
Para explicarlo partimos de unos pólipos de esta especie que viven unidos al sustrato y que miden tan solo unos pocos milímetros. Cuando crecen se alargan y se dividen transversalmente formando estructuras en forma de disco, a este proceso se le denomina estrobilación. El grado de madurez es mayor cuanto más alejados están de la base. Estos discos empiezan a tener movimientos y llega un momento en que se separan del pólipo. Constituyen las denominadas éfiras que, mediante contracciones, se mueven libremente en el agua. Esto ha sido un proceso de reproducción asexual.
Las éfiras se desarrollan hasta convertirse en medusas adultas masculinas o en femeninas. Cuando las condiciones ambientales son las adecuadas tiene lugar la reproducción sexual. Tras la emisión de las células reproductoras se produce la fecundación de los óvulos, a partir de los que se formará una larva ciliada, llamada plánula. Tras un periodo de vida libre esta larva si fijará en el fondo y formará nuevos pólipos que volverán a iniciar el proceso. Para entender mejor este proceso es aconsejable ver el vídeo que acompaña al reportaje.
Sobre este ciclo general hay numerosas variaciones y van desde las que se alternan claramente la fase de pólipo y la de medusa, o bien las que predomina una de ellas, como en las anémonas, en las que la fase de medusa es casi inexistente, o bien como el caso de la aguacuajada o el acalefo luminiscente, unas medusas de nuestras aguas en las que la fase de pólipo es muy reducida.
Manuel González (BIOIMATGE) www.buscandoelazul.com .-
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