Más de 239 millones de viajeros han visitado, desde 1996, alguno de los 15 espacios que integran la Red de Parques Nacionales de España cuyos dos primeros: Picos de Europa (antigua Montaña de Covadonga) y Ordesa y Monte Perdido celebran su centenario.
En total han sido 239.926.462 personas, según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), que reflejan que los más visitados en este periodo han sido dos de los parques canarios: Teide (Tenerife) y Timanfaya (Lanzarote) así como el de Picos de Europa (Asturias, Castilla y León y Cantabria)
En España, pionera en Europa en apostar por la protección de la naturaleza -la primera Ley de Parques Nacionales fue aprobada en 1916- la afluencia de visitantes ha crecido a partir de 1991, superó los diez millones de entradas en 2000, y en 2017 se situó en 15,5 millones de turistas.
Tajinaste (Echium wildpretii), endemismo del Parque Nacional del Teide. EFE/Cristóbal García
Teide
El más visitado en este periodo es el Parque Nacional del Teide, de origen volcánico, cuenta con endemismos como el tajinaste rojo (Echium wildpretii), una de las plantas más espectaculares de la zona, que es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Este Parque ha recibido desde 1996 a 2017 un total de 73.127.592 visitantes, con una media de 3.323.981 personas, y en el último año ha alcanzado los 4,3 millones de entradas.
Picos de Europa
En segundo lugar se coloca el de Picos de Europa, entre Asturias y Cantabria, declarado Parque Nacional en 1918, es un ejemplo de ecosistemas de alta montaña atlántica, con geomorfología glaciar, foces y lagos, con bosques y praderas, donde habitan rebecos, corzos, lobos y osos, grandes rapaces.
Considerado Reserva de la Biosfera, contabiliza 39.162.232 visitas con una media de 1.780.101 y un año “punta”, el 2004, en el que registró 2.221.761 entradas.
Timanfaya
El Parque Nacional Timanfaya, en Lanzarote, es el paisaje volcánico más reciente de las Canarias, con últimas erupciones registradas en el siglo XVIII.
Todo ello ha atraído desde 1996 a 36.551.618 visitantes, con 1,6 millones de media y 2001 como cifra récord con 1.866.000 entradas.
Bosque de laurisilva. EFE/Cristóbal García
Garajonay
Otro canario, en La Gomera se encuentra el parque de Garajonay, que ocupa el 10 por ciento de la isla con una singular y tupida vegetación debido a la niebla que la cubre y tiene una de los mejores bosques de laurisilva que resisten desde la Era Terciaria.
Sus paisajes volcánicos largamente erosionados por el viento y el agua se traduce en roques y grandes bloques rocosos que ha atraído a 15,7 millones de visitantes desde 1996 y una media de 715.964 personas. Esta reconocido como Patrimonio de la Unesco.
Ordesa y Monte Perdido
Con 13.395.264 visitantes, se sitúa el ya centenario Parque Nacional Ordesa y Monte Perdido (3.348 metros), en Huesca. Formaciones rocosas y erosivas, con paisajes que van desde crestas, barrancos, valles y cañones modelados por la acción glaciar.
Los quebrantahuesos y los rebecos son protagonistas de esta Reserva de la Biosfera, Geoparque de la Unesco y Patrimonio Mundial desde 1997. La media de visitantes ha superado los 600.000 personas.
Tozal del Mallo en el Parque Nacional de Ordesa.EFE/Pablo Otín
Sierra de Guadarrama
Se cuela entre los más visitados el último declarado Parque Nacional, el de la Sierra de Guadarrama, entre Madrid y Segovia, en 2013. En sus cinco años como parque ha contabilizado 12.077.508 visitantes, con una media de 2.415.501. En 2015 alcanzó su récord: 2.989.556 entradas.
Reserva de la Biosfera es un privilegio de circos y lagunas glaciares, roquedos graníticos, que une ecosistemas de alta montaña con bosques de pino albar. Sus paisajes se refieren en el “Libro de buen amor” del Arcipreste de Hita, mientras la afición a la caza de Austrias y Borbones ha dejado casas de campo y palacios.
La Vía Láctea sobre la Laguna Grande de Peñalara en Guadarrama. EFE/Chema Moya
Doñana
El famoso Parque de Doñana, ha registrado 10.953.214 visitantes, con una media de 497.873 y su récord fue en 2002 con 407.693. Entre sus visitantes ilustres se citan el rey Alfonso X, el pintor Francisco de Goya y políticos como Angela Merkel.
En sus arenas los naturalistas José Antonio Valverde y Francisco Bernis, junto con el marqués de Bonanza, Mauricio González-Gordon, propietario de una de las fincas, “pensaron” la Sociedad Española de Ornitología, así como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) con el naturalista Luc Hoffman, que demostró la importancia estratégica de la zona para las migraciones de aves entre Europa y Africano.
Aigüestortes y lago de Sant Maurici
En el Pirineo de Lérida se encuentra el Parque de Aigüestortes y lago de Sant Maurici, como muestra de alta montaña atlántica, asciende hasta 3.000 metros, con glaciares, bosques de coníferas y praderas alpinas. Es el único de Cataluña y se caracteriza por los juegos del agua, los climas continental y de alta montaña, un conjunto de iglesias románicas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Desde 1996 han pasado por Aigüestortes 8.390.290 visitantes, con una media de 381.376 y su cifra más alta fue en 2016 con 586.336.
Parque Nacional de Aigüestortes. EFE/Rubén Moreno
Sierra Nevada
El de Sierra Nevada, entre Granada y Almería, ha sumado desde 1999 un total de 10.957.178 visitantes atraídos al Parque tanto por los deportes de nieve como por su rico patrimonio cultural e histórico. Quince de sus cumbres superan los 3.000 metros de altitud, hay 2.100 especies catalogadas, desde anfibios, reptiles, mamíferos y aves. Otro atractivo es el Vivero de especies amenazadas, abierto al público. La media de visitantes se sitúa entre 5.766.934 y en 2015 alcanzó la cifra de 780.702 turistas.
Islas Atlánticas
En 2003 se creó el Parque Islas Atlánticas de Galicia, son islas y acantilados, dunas y playas que se extienden desde la ría de Arousa hasta la de Vigo.
El ecosistema está formado por más de 200 tipos de algas, peces y moluscos, aves marinas y plantas que florecen en lugares sorprendentes. Hasta ahora ha sumado 4.367.581 visitantes, con una media de 291.172 y en 2017 alcanzó los 440.661.
Plano de situación de los Parques Nacionales. EFE
Caldera de Taburiente
Otro parque canario es la Caldera de Taburiente, en La Palma, un enorme circo de 8 kilómetros de diámetro, en el que múltiples erupciones volcánicas, deslizamientos, la erosión del agua muy presente en su ecosistema, lo han convertido en un escarpado paisaje con casi 2.000 metros de desnivel.
Reserva Mundial de la Biosfera, asombran sus desniveles, mientras la Caldera se encuentra entre 600 y 900 metros sobre el nivel del mar, el cerco que la rodea sube hasta casi 2.500 metros, precisamente donde se ubica el Observatorio del Roque de los Muchachos.
Este parque ha recibido desde 1996 a 3.633.598 personas, con una media de 165.163 visitantes y en 2017 sumó 525.961 de turistas.
Tablas de Daimiel
En el interior de la Península, en Ciudad Real se encuentra el Parque de Las Tablas de Daimiel, un humedal prácticamente único en Europa, una llanura de inundación por las aguas de los ríos Guadiana y Gigüela y las subterráneas de un acuífero.
La caza es motivo de visitas a la zona ya desde el siglo XIV con el Infante Don Juan Manuel y su “Libro de Caza”. Reserva de la Biosfera, ha recibido 3.494.795 visitantes, con una media de 158.854 y su cifra anual más destacada en 2010 con 398.742 entradas.
Monfragüe
El primer espacio protegido en Extremadura es el Parque de Monfragüe, vertebrado por el río Tajo con suaves montañas y extensas dehesas, entre Plasencia, Trujillo y Cáceres. Considerado un santuario para observar aves, desde cigüeñas negras, alimoches, buitres o la rarísima águila imperial, así como paisajes y vegetación incomparables. En 2003 se declara Reserva de la Biosfera. Ha recibido en su historia 3.232.422 turistas, con una media de 293.856 y en 2007 alcanzó 351.885 visitantes.
Vista del Parque Nacional de Cabrera. EFE / Atienza
Cabrera
En Baleares se encuentra el de Cabrera el único Parque Nacional marítimo-terrestre, formado por islotes rocosos, fondos marinos con 200 especies de peces e invertebrados, matorral mediterráneo y endemismos como el astrágalo de las Baleares (Astragalus balearicus) y ruta migratoria de más de 150 especies de aves.
Ha sido visitado por 1.859.326 personas, con una media de 84.514 entradas y su ejercicio récord 2011, con 185.000 visitantes.
Cabañeros
Atardecer en Cabañeros. Foto/Marta Martínez
Otro ecosistema de grandes rapaces y cigüeñas negras, el Parque de Cabañeros, entre Ciudad Real y Toledo, que se libró de ser campo de tiro por la protesta vecinal y de ecologistas en 1987. En la comarca de los Montes de Toledo, une paisaje de media montaña mediterránea, encinas, alcornoques y robles, junto a la raña, grandes llanuras donde viven ciervos, jabalíes o zorros y sobrevuelan águilas reales, imperiales, así como milanos negros y reales.
Con fósiles de hace más de 400 millones de años cuando la zona estaba cubierto por el mar, el Parque ha recibido 1.5 millones de personas, con este 2017 con la cifra histórica de 112.000 personas. EFEverde
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