Alicia García de Francisco.- Madrid, 27 mar (EFE).- La épica composición de Vangelis para “1492. La conquista del paraíso” cerró hoy la entrega de los XXXIV Premios Internacionales Rey de España, que reivindicaron el rigor del periodismo iberoamericano frente a los excesos de la comunicación cuando se trata de redes sociales.
Los solemnes compases de la banda sonora del compositor griego para la película de Ridley Scott pusieron la guinda cinematográfica a la entrega de unos premios que el rey Felipe VI calificó de “hito en el periodismo iberoamericano”, una profesión “crucial” en un momento en el que se multiplican las vías y modos de comunicación.
Acompañado por la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, y el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamerica, FernandoGarcía Casas, el rey entregó unos premios que hablaron español, portugués y catalán.
Desde el drama de los refugiados de Siria a las víctimas de los atentados de París de 2015 pasando por la salud reproductiva de las mujeres bolivianas, la reanudación de las relaciones de Estados Unidos y Cuba, los trasplantes de órganos o la contaminación medioambiental salieron a relucir en los trabajos de los premiados.
Investigaciones realizadas por comunicadores de Brasil, Bolivia, Colombia, Cuba, España, México y Uruguay, cuyos trabajos fueron presentados en unos vídeos que emocionaron a los asistentes tanto por las realidades mostradas como por la defensa de su labor periodística.
Como el cubano Yánder Zamora, ganador en la categoría de periodismo por una simbólica fotografía que muestra al Air Force One a punto de aterrizar en La Habana. Más de una hora estuvo el fotógrafo caminando para encontrar el punto desde el que tomar una imagen que espera que le sirva para continuar tomando fotos.
Una labor periodística también defendida por el Rey y por el presidente de la Agencia EFE, José Antonio Vera, en la época de la posverdad y de las informaciones falsas.
Un momento que puede desembocar en tiempos “caóticos, violentos y peligrosos”, según el análisis sobre el impacto de la llegada masiva de inmigrantes realizado por el periodista y escritor español Arturo Pérez-Reverte en un artículo titulado “Los godos del emperador Valente” que le valió el Premio Don Quijote.
La calidad lingüística es lo que destaca este galardón que se llevó Pérez-Reverte, quien defendió, al agradecer el premio, que “conociendo el pasado podemos prever el futuro”.
Frente al realismo de su propuesta, la poesía llegó de manos de la escritora uruguayo-española Carmen Posadas, que defendió la lengua castellana en un artículo -que recibió el Premio Iberoamericano de Periodismo- titulado “Soñar en español”.
Posadas y Pérez-Reverte se sentaron juntos en un acto que contó con la presencia de numerosos periodistas que departieron con el Rey una vez que finalizó el acto más formal y se pasó a un cóctel que muchos aprovecharon para acercarse al monarca.
También asistieron los embajadores de México, Brasil y Colombia; el astronauta Pedro Duque, la dirigente ecologista Asunción Ruiz, o Jesús Andreu, presidente de la Fundación Carolina, dedicada a la promoción de las relaciones culturales y la cooperación en materia educativa y científica entre España y los países de la Comunidad Iberoamericana de Naciones.
El presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España, Modesto Lomba; la presidenta de la Academia del Cine, Yvonne Blake; o el director de ARCO, Carlos Urroz, fueron otros de los asistentes a la entrega de unos premios que conceden la Agencia EFE y la Agencia Española de Cooperación Internacional.
Y que patrocinan la Fundación Tragsa, el grupo OHL, la consultora Llorente y Cuenca y la Fundación Aquae.
Con la colaboración de Casa de América, donde se celebró el acto que se cerró con la actuación del coro de la Fundación Excelentia, que puso la nota musical con su interpretación de la música de Vangelis y de un chotis madrileño. EFE
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