El Grupo Parlamentario Socialista ha presentado una Proposición No de Ley en el Congreso de los Diputados para instar al Gobierno a impulsar un plan de protección específico de las rapaces nocturnas, ante el declive de estas aves en España.
El diputado del PSOE y doctor en biología, Miguel Ángel Heredia, encargado de presentar esta iniciativa, ha explicado a Efe que surgió por el descenso “extraordinario” de individuos que han sufrido las poblaciones de algunas aves nocturnas en distintos puntos del país.
Descenso de las rapaces
Así, la población de mochuelos ha caído un 90 %, la de lechuzas, un 13 % y la del autillo europeo, un 76 %, de acuerdo con datos facilitados por la organización conservacionista SEO/BirdLife.
De acuerdo con el documento, existe un patrón de evolución de las aves según el cual aquellas especies que viven en el bosque crecen en número mientras que las que dependen del medio agrícola disminuyen.
La escasez de lugares para nidificar es uno de los principales problemas para las especies más acostumbradas al contacto humano debido al abandono del entorno rural.
Plan de protección
Por ello, Heredia ha planteado una iniciativa parlamentaria que insta al gobierno a cumplir tres objetivos: la elaboración de un censo de rapaces nocturnas para conocer su situación real, el diseño de un plan de protección específico que incluya una partida económica y la puesta en marcha de una campaña de concienciación ciudadana.
“Necesitamos un plan de protección porque la experiencia demuestra que, cuando existe, se refleja en un crecimiento efectivo de la especie”, ha argumentado el diputado, “como ocurrió con la población de búho real, que aumentó en un 140 %” tras una medida similar.
En cuanto a la campaña de concienciación, permitiría “ayudar a eliminar la imagen negativa” que ha afirmado tienen en general estas especies, mostrando al mismo tiempo que resultan “fundamentales” para evitar plagas y proteger la salud humana, los ecosistemas y la biodiversidad.
La importancia de recuperar este tipo de aves nocturnas pasa por el hecho de que practican “un control biológico de plagas mucho más estable y económico que el control químico”, ha insistido Heredia. Efeverde