La Red Natura 2000, la mayor red europea para la protección de especies, hábitats, ecosistemas y biodiversidad cumple 30 años de vida, con el objetivo de ampliar su ámbito de conservación e introducir sus propósitos en la próxima COP15 de Biodiversidad.
Red Natura 2000, el mayor espacio de conservación
La Red Natura 2000 nació el 21 de mayo de 1992, coincidiendo con la aprobación de la directiva europea sobre Conservación de los Hábitats Naturales de Fauna y Flora Silvestres, vinculada con la Directiva Aves, relativa a la conservación de las aves silvestres.
La Red cuenta con más de 27.522 espacios protegidos, según el último Barómetro Natura 2000 de 2017, con una extensión de 1.148.000 kilómetros cuadrados, lo que representa más del 18 % de la superficie total de la Unión Europea.
Al décimo tercer aniversario de la Red se suma el décimo aniversario de la creación del Día Europeo de la Red Nauta 2000, el primero a propuesta de la sociedad civil, en una iniciativa nacida de la mano de la ong conservacionista SEO/BirdLife y EFEverde de la Agencia EFE, dentro del proyecto LIFE Activa Red Natura 2000 en 2013.
Bajo el lema ‘El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo’, la campaña continúa con el llamamiento para que los ciudadanos compartan una foto formando una mariposa con las manos a través de la web www.natura2000day.eu o de las redes sociales con la etiqueta #Natura2000Day.
La Red Natura 2000 está constituida por las Zonas de Especial Conservación (ZEC) -establecidas de acuerdo con la Directiva Hábitats- y por los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) que se transformaron posteriormente en las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Su objetivo es lograr la supervivencia de especies y la conservación de hábitats en Europa para detener la pérdida de biodiversidad, una de las crisis que afronta el planeta junto a la climática y la contaminación, pero haciéndola compatible con las actividades humanas en esos territorios, siempre que sean respetuosas con el medio ambiente.
La extensión de los espacios de la Red varía entre aproximadamente el 9 y el 38 % en función de los países, diferencia que se establece por la cantidad de hábitats naturales y seminaturales que alberga cada uno, y España tiene la mayor extensión, con un 27 % de su superficie terrestre y un 8 % de la marina.
La Red busca ampliar los espacios marinos protegidos, porque abarcan el 11,1 %, pero solo el 0,1 % de ellos está estrictamente protegido, según las organizaciones conservacionistas Oceana, Seas at Risk, Sciaena, Marine Conservation Society, France Nature Environment, Irish WildLife Trust, la ONG alemana Bund y la danesa Danmarks Naturfredningsforening.
En las regiones mediterránea, continental y alpina existen una proporción mayor de tipos de hábitats y especies protegidas por las directivas que en la región atlántica.
Además, de las regiones mediterránea y atlántica, la Red ha establecido zonas protegidas en el Mar Negro, la Boreal, la Continental, la Macaronesia, la región Panonia y la Esteparia.
Impulsar la Red fuera de la UE
El comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, ha afirmado en el Parlamento Europeo, con motivo del 30 aniversario de la Red Natura 2000 y del programa LIFE, que trabajará para impulsar fuera de la UE una declaración firmada en febrero pasado e introducir los objetivos en la COP 15 sobre Biodiversidad en Kunming (China).
Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, el subdirector de Biodiversidad, Fernando Magdaleno, ha señalado a EFE que la Red Natura 2000 está conformada por una red amplia de espacios en toda Europa, “que atienden a unas condiciones y características propias en términos físicos y ambientales que las hacen merecedoras de un nivel de protección y conservación extremadamente elevado”.
Espacios creados “también con la intención de que tengan un cierto nivel de compatibilización con algunas actividades humanas que aún pueden existir, evidentemente, en esas zonas.
Madgaleno ha asegurado que en España, gracias a la riqueza ambiental y ecológica, “es quizá única en extensión en Europa”, llegando a una protección de 138.000 kilómetros cuadrados en territorio terrestre, equivalente al 27 %, y a unos 84.000 kilómetros cuadrados en el territorio marino, pero “con margen de crecer” hasta los umbrales y estrategias que la Unión Europea lo exigen “para un plazo de tiempo bastante corto”.
En esta línea, según el subdirector de Biodiversidad, desde el Miteco se está “evaluando intentar aumentar los espacios marinos” de la Red, que representen los valores patrimoniales y ambientales en interacción con las actividades humanas.
Magdaleno hace una “valoración muy positiva” del papel de la Red, que tiene “la gran ventaja de estar bajo el prisma de una directiva europea”, con lo cual “la manera de aproximarnos a esta red es homogénea, una gran ventaja, con reglas de juego similares en todos los países, a pesar de que hay singularidades propias, evidentemente, en cada país, que también son consideradas en la red”.
Ampliación de la red marina
En relación a las acciones futuras, según el subdirector, el Miteco tiene varias líneas de trabajo, aparte de la ampliación de la Red, sobre todo en el área marina, “con el consenso necesario” con las comunidades autónomas y las actividades humanas que hay en esos espacios.
Por otra parte, ha asegurado, desde el Miteco “existe el compromiso y la intención de ir elevando el porcentaje de territorio protegido progresivamente hasta un 30 % aproximadamente en el ámbito terrestre y marino”, de acuerdo a la estrategia europea de biodiversidad y los compromisos internacionales.
No obstantes, ha señalado, donde más trabajo queda es en “la promulgación y conocimiento” de las áreas marinas de mayor interés para que sean elegidas, de acuerdo con los valores repartidos por el territorio y de manera consensuada con los actores sociales “para que no haya una problemática social relevante”.
Para ello, sostiene, hay “líneas de acción” de mejora del conocimiento, de investigación, de sensibilización social y de promoción de determinadas tipos y prácticas de uso humano necesarias.
Asimismo, según el subdirector de Biodiversidad se contempla la recuperación de aspectos que están integrados o alterados en esos espacios, con la participación de todas las administraciones competentes.
Hito a nivel mundial
Por su parte, la coordinadora de Programas de Conservación de SEO/BirdLife, Ana Carricondo, ha manifestado a EFE que la creación de la Red Natura 2000 “fue un hito a nivel mundial”, porque es la principal red de espacios protegidos a escala continental con un enfoque muy moderno, donde se pretendía y se consiguió poner en marcha una red de espacios protegidos que “aúnan la protección de la biodiversidad de la mano de la presencia humana”.
No obstante, según Carricondo, más allá de lo que es la Red Natura, de los espacios protegidos y de la directiva en sí misma, fue todo un hito a nivel de la conservación a nivel mundial, porque supuso poner en un contexto ese marco europeo, una normativa que suponía una protección a nivel totalmente general de la biodiversidad silvestre, “algo para estar orgullosos como europeos”.
En opinión de Carricondo, aunque “hay que decirlo con la boca muy pequeña, han habido muchos progresos en la cuestión de la conservación tras la integración en la Unión Europea” y las “directivas fue lo que “dio un empuje a la conservación en España”.
La creación del Día Red Natura 2000 “permitió una mayor concienciación de las Zepas, y aunque hay dificultades para que los ciudadanos conozcan en concreto estas zonas, con trabajo por parte de las ongs y los medios de comunicación para su difusión se ha conseguido que se conozcan estos espacios como lugares”.
Carricondo ha asegurado que uno de los retos de la Red Natura 2000 es acercarla a la ciudadanía para que se conozca más, y, desde el punto de vista de la conservación, una vez delimitados los espacios, es conseguir que la gestión de esos espacios sea la mejor posible, en el sentido de conservar las especies y los hábitats que albergan.
Ha incidido que como tanto en Europa como España “no hay espacios totalmente naturalizados”, hay que buscar compatibilizar los usos económicos y humanos con la protección y “ahí existen bastantes marcos políticos a tomar en cuenta”.
Uno de los principales, según Carricondo, ya que la mayor parte del territorio está destinada a ese uso es la Política Agraria Comunitaria (PAC), es conseguir que todas las ayudas o políticas que se puedan poner en marcha en esa política reconozcan a la agricultura que ha dado valor a estos espacios, porque en gran medida muchos de los paisajes o de la conformación del paisaje deriva del aprovechamiento ganadero a lo largo de la historia”, un reconocimiento “para que sigan siendo rentables”.
Además, según la coordinadora de Programas de Conservación de SEO/BirdLIFE, se necesita un desarrollo sostenible “para evitar la degradación de los espacios de Red Natura 2000 por la presión económica”.
Por último, ha manifestado que integrar estos espacios dentro de la ordenación del territorio, servirá para que “los ciudadanos se sientan orgullosos de que sus territorios estén dentro de los marchamos de la Red Natura 2000”. EFEverde
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