Madrid.- Los ríos y lagos son los grandes olvidados en la lucha contra las especies exóticas invasoras (EEI) pese a que su mal estado de conservación les hace muy vulnerables a su llegada e implantación, según la coordinadora del Grupo Especialista en Invasiones Biológicas (GEIB), Laura Capdevila-Argüelles.
Según la experta, aunque en España se ha avanzado en reglamentación y concienciación, aún hoy mucha gente, tanto autoridades como ciudadanía en general, desconoce los cuantiosos daños que causan estas especies en la biodiversidad, la economía y la salud humana.
“Queda mucho por hacer, si bien, afortunadamente ya no hay asociaciones conservacionistas ni animalistas que no comprendan el problema”, ha dicho a EFE Capdevila-Argüelles, que ha subrayado la importancia de que la sociedad comprenda el grave problema que suponen las EEI.
En su opinión, en 2023 habría que poner el foco en los ríos y lagos y lagunas (incluidos los de alta montaña), que cada año están peor, ya sea por contaminación o por eutrofización, lo que hace que presenten unas condiciones muy favorables para las invasoras.
“Todos los ecosistema fluviales, ríos, lagos y lagunas, deberían ser prioritarios” por su fragilidad, ha insistido la coordinadora del GEIB, que ha reconocido la dificultad de controlar los ríos porque no se les pueden poner barreras.
Por eso, la prevención y la detección temprana debe ser la actuación prioritaria, seguido siempre de una actuación rápida, pues de nada sirve detectar una especie y actuar cuatro meses después para erradicarla, ha dicho.
Ha subrayado la importancia de investigar las vías de entrada y los vectores de dispersión de cada EEI, algo para lo que en España faltan recursos, pese a que es lo único que permite adelantarse a una invasión biológica.
“Si no sabes cómo llegan ni cómo se dispersan no puedes poner medios para controlar esas vías de entrada y esos vectores y, por tanto, ya sólo puedes actuar cuando está implantada, lo que equivale a matar moscas a cañonazos”, ha advertido la experta, que ha subrayado también la necesidad de elevar la cooperación entre las diferentes administraciones.
Además, es clave contar con un organismo nacional que aglutine toda la información existente en España en relación a las EEI, según la coordinadora del GEIB, colaborador de Life Invasaqua, proyecto cofinanciado por la UE que busca avanzar en la sensibilización y formación sobre invasoras de agua dulce y sistemas estuarinos en España y Portugal.
Las especies más preocupantes
En cuanto a las invasiones que más preocupan actualmente, ha destacado el cangrejo azul, presente en el Ebro y “con el que no se sabe muy bien qué hacer”. Tanto es así, que es de las pocas EEI que se permite capturar y vender para que los pescadores puedan compensar la desaparición de especies autóctonas tras su llega.
Tampoco se sabe cómo controlar el bambú japonés, presente ya en curso de agua de toda la Cornisa Cantábrica y que “mata” toda otra especie con la liberación de toxinas, según Capdevila-Argüelles, que ha señalado también que preocupan por su gran extensión el mapache y el mejillón cebra, en cuanto a especies animales, y el plumero y la chilca, en plantas.
Entre las especies “recién llegadas” más dañinas y peligrosas, destacan la termita subterránea, hallada en Canarias y que devora productos madereros y árboles; el perejil gigante, localizado en Lérida y muy urticante; el hongo bsal, mortal para anfibios, y el avispón oriental, extendido por el sur de España y una nueva amenaza para las abejas. EFEverde