El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha defendido hoy en los pasillos del Congreso de los Diputados que “tenemos que ser valientes en todo lo que tenga que ver con el cambio climático” incluido el anuncio que hizo ayer su ejecutivo de prohibir la venta o matriculación de vehículos contaminantes a partir de 2040.
Prohibición
El documento que hizo público su ejecutivo ayer, como parte del borrador de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, implica la prohibición de vender y matricular en España cualquier tipo de vehículos ligeros no eléctricos (todos los diésel, gasolina, híbridos y propulsados por gas) en 2040 y la de circular a partir de 2050.
Esta norma obligará a que el sistema eléctrico español se base exclusivamente en fuentes renovables en el año 2050, además de calcular una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de al menos el 90 % con respecto a los niveles de 1990.
Sin embargo, la propuesta ha causado una gran polémica en los distintos agentes económicos, políticos y sociales y, así, mientras las organizaciones ecologistas como Greenpeace o Ecologistas en Acción la califican de “poco ambiciosa”, las de la industria como la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles, Turismos y Camiones o la patronal de concesionarios Faconauto la han tachado de “excesiva”.
En Europa
La propuesta española es similar a la del Reino Unido, donde se prevé una prohibición similar en 2040, y también a la de otros países como Dinamarca, Francia, Irlanda u Holanda, que estudian aplicar la misma fecha tope.
En Alemania, el gabinete de Berlín ha fijado la misma medida pero diez años antes, motivo por el que Sánchez ha comentado, ante las preguntas de los periodistas respecto a la proximidad del horizonte temporal: “Eso pregúnteselo a Merkel, que la tiene para el año 2030”.
[box type=”shadow” ]Mientras tanto, desde la localidad barcelonesa de L’Hospitalet de Llobregat, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha añadido que la propuesta del Gobierno es “prudente” y ha apelado a la “corresponsabilidad” de todas las instituciones públicas a la hora de materializarla.[/box]
Ribera ha reconocido que el cambio de modelo energético podría afectar al sector del automóvil, que representa el 11 % del PIB español y emplea a casi el 14 % de los trabajadores del país, por lo que será necesario ir “paso a paso”.
También la ministra de Industria, Reyes Maroto, se ha referido a la fecha de 2050 como “un horizonte conservador, prudente y negociable” que, en comparación con otros países de la UE no es “demasiado ambiciosa” pues existe el riesgo de que “otros países” se adelanten.
Otras reacciones
Las principales organizaciones sindicales han advertido del riesgo que supone la propuesta del Gobierno porque “puede amenazar la estabilidad del empleo en muchos puestos de trabajo”.
El principal socio parlamentario de ejecutivo, Unidos Podemos -que alberga al partido ecologista Equo-, le ha mostrado su apoyo en una apuesta por el cambio en las líneas de producción de coches diésel por los vehículos eléctricos pues “no es de recibo que se mantengan en España mientras en el norte de Europa se están cambiando”. EFEverde
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