La Asociación Española del Gas (Sedigas) ha pedido hoy al Gobierno que la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética reconozca el gas como energía limpia “clave” para conseguir la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
España “necesita un impulso legislativo importante en materia medioambiental” para alcanzar los objetivos de descenso de CO2 previstos por las autoridades europeas y el gas natural “es hoy la única energía capaz de ser pieza angular en el mix energético” así como “una solución a largo plazo”, de acuerdo con el comunicado facilitado por esta entidad.
Sedigas propone poner en marcha varias acciones “de implantación rápida y bajo coste” con el gas natural como protagonista, para avanzar con objetivos “ambiciosos” hacia un futuro descarbonizado.
La primera medida pasa por fijar un modelo energético sostenible económicamente que no sólo ayude a conseguir los objetivos de lucha contra el cambio climático sino que mejore la calidad del aire, incremente la seguridad del suministro y cree nuevas oportunidades de crecimiento y empleo.
Apuesta por “las fortalezas del gas”
Para ello, sería necesario dar prioridad a tecnologías probadas y de coste asumible, promocionar la sustitución de combustibles por otros menos contaminantes, aprovechar al máximo las infraestructuras existentes y disponer de un precio del C02 que permita el desarrollo económico de la industria.
También apuesta por utilizar “las fortalezas del gas” en la transición hacia una economía baja en carbono, especialmente en sectores como el transporte, el residencial y el de generación
En el caso del transporte, los estudios de Sedigas apuntan a que el uso del gas natural tanto en tierra como en mar “podría reducir hasta un 25 %” las emisiones de los sectores difusos, cifradas en el 38 % en 2014.
Además, el uso del gas renovable o biometano, procedente de fuentes renovables, proporcionaría “ventajas adicionales” ya que según Sedigas “inyectando un 20 % de gas renovable en el sistema de distribución, se reduciría un 36 % de emisiones globales” en comparación con los combustibles derivados del petróleo. Efeverde