Bruselas (EFEverde).- La Comisión Europea (CE) presentó hoy unos criterios científicos para identificar las sustancias químicas que provocan alteraciones hormonales -conocidas como “alteradores endocrinos”- presentes en los plaguicidas y los biocidas.
Esos alteradores son sustancias, tanto naturales como químicas, que pueden modificar las funciones del sistema hormonal y causar efectos adversos en la salud humana o animal.
El vicepresidente de la CE para Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad, Jyrki Katainen, y el comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, dieron detalles en rueda de prensa sobre los criterios planteados.
La expectación sobre esta propuesta era grande, ya que tanto el Parlamento Europeo como el Tribunal de Justicia de la UE habían criticado a Bruselas por el retraso en la publicación de esos criterios.
Andriukaitis subrayó que los criterios aprobados se basan en la definición de “alterador endocrino” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “sobre la que existe un amplio consenso”.
Aseguró además que “garantizan que se mantenga el elevado nivel de protección de la salud humana y del medio ambiente”.
El comisario explicó asimismo que la CE ha pedido hoy a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y a la Agencia Europea de Químicos que comiencen a estudiar si las sustancias que se sospecha podrían entrar en esa categoría, pueden ser identificadas como tales según los criterios planteados.
Aparte de dos proyectos de actos legislativos con criterios científicos para reconocer esas sustancias tanto en plaguicidas como en biocidas, la CE presentó una comunicación con acciones para minimizar la exposición a las mismas a corto, medio y largo plazo.
Bruselas publicó asimismo un informe de evaluación de impacto con los conocimientos científicos relacionados con los criterios.
La CE propuso además que los motivos para posibles excepciones sean ajustados, de manera que estas se basen en conocimientos científicos y recurran en la mayor medida posible a los datos científicos disponibles, incluida la información sobre la exposición y el riesgo.
A esos efectos, se mantendrá el enfoque según el cual las sustancias quedan prohibidas en función del peligro, sin tener en cuenta la exposición a las mismas.
La CE confió en que el Consejo y al Parlamento Europeo, a quienes corresponde la adopción de esos criterios, opten por un enfoque “sólido y basado en datos científicos” y respalden la definición de la OMS.
Katainen aseguró, por su parte, que los criterios presentados hoy ayudarán a “minimizar la exposición a estas sustancias y alcanzar una seguridad jurídica”.
El grupo de los Verdes en el PE dijo en un comunicado que la propuesta es “floja” y calificó de “vergonzoso” que la CE “continúe su línea de defender a la industria agroquímica, en lugar de dar prioridad a la salud pública”.
Según este grupo, Bruselas “no solo ha propuesto una definición muy restrictiva de lo que constituye un alterador endocrinos, sino que ha propuesto amplias excepciones”.
Al hacerlo, añadió, “rompe con las prácticas establecidas de una clasificación de químicos similares y va más allá de su mandato legal”.
Ecologistas: retraso y carente de ambición
Los criterios, explica Ecologistas en Acción en un comunicado, se presentan con casi tres años de retraso y tras una sentencia condenatoria del Tribunal Superior de Justicia Europeo por esta demora. Así, explican que los criterios propuestos por la Comisión son tan estrictos que muy pocas sustancias con capacidad de alterar el sistema hormonal, a las que estamos expuestos diariamente a través de alimentos y artículos de consumo, serían reguladas.
A diferencia de otras sustancias tóxicas, para las que es suficiente que haya pruebas de su toxicidad en ensayos de laboratorio o pruebas en animales, la propuesta de la Comisión exige que para regular un disruptor endocrino exista una elevada evidencia de daños en los seres humanos tras la exposición.
Ecologistas en Acción recueda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicaron en 2013 una revisión del estado del conocimiento científico sobre los disruptores endocrinos que relacionaba la exposición a disruptores endocrinos con daños al sistema reproductor masculino y femenino; tumores en órganos hormonodependientes (cáncer de mama, ovarios, próstata, testículo, tiroides), alteraciones en el desarrollo del sistema neurológico; enfermedades metabólicas (síndrome metabólico, diabetes y obesidad) y trastornos del sistema neuroinmunológico (fibromialgia, esclerósis múltiple).
Con los criterios propuestos por la Comisión, ninguno de los 70 plaguicidas que tienen estas características serán regulados y se socava el reglamento europeo de plaguicidas, que contempla que no se utilice ninguna sustancia con estas propiedades que cause o pueda causar daños sobre la salud y el medio ambiente.
“La propuesta de la Comisión implica mantener la exposición de la población a estas sustancias tóxicas durante décadas, es contraria al principio de cautela que rige la normativa Europea e ignora el llamamiento de la comunidad científica a que se reduzca cuanto antes la exposición de la población y del medio ambiente a estas sustancias, en particular la exposición de mujeres embarazadas y de niños”, ha declarado Dolores Romano, responsable de políticas de sustancias químicas de Ecologistas en Acción.
Ecologistas en Acción, junto a más de 70 organizaciones sociales y sanitarias europeas, pertenecientes a la coalición Europa Libre de EDCs, hace un llamamiento a los gobiernos y parlamentarios europeos para que rechacen esta propuesta y exijan a la Comisión que adopte los criterios consensuados por la comunidad científica y apoyados por la mayoría de los países europeos.
EFEverde
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