Un almendro de Hungría ha sido elegido Árbol del Año 2019 al recibir más de 45.000 votos en el concurso en el que el representante de España, un olmo centenario de Navajas (Castellón), ha quedado en el puesto décimo segundo, ha informado este jueves la organización Environment Partnership Association.
Hungría obtiene el premio por cuarta vez en los nueve años de historia de la competición, esta vez con un almendro (Prunus Dulcis) que crece desde hace 135 años enfrente a la iglesia “Nuestra Señora de la Nieve”, ubicada en la ciudad de Pécs, en la región de Baranya.

Árbol del Año
El florecimiento del almendro ha sido “un símbolo de renovación y educación eternas desde que el obispo Janus Pannonius escribió su poema sobre un almendro en 1466”, señalan los promotores de la candidatura.
Un roble (Quercus Robur L.) ruso, de 248 años, ubicado en el área reservada del Museo de Historia, Arte y Literatura de Abramtsevo, en el distrito de Sergeev-Posadskii, en la región de Moscú, ha quedado en segundo lugar con más de 39.500 votos.
Bajo la sombra del roble ruso muchos artistas locales destacados como Gogol, Turgenev, Repin, Vasnetsov, Levitan, Surikov y Polenov han paseado bajo sus ramas que constituyen una extensa copa.
Una encina de Portugal en tercer lugar
Una encina (Quercur Rotundifolia Lam), de 150 años, ubicada en Monte Barbeiro, en el municipio de Mértola, en la región de Alentejo, en Portugal, ha quedado en el tercer puesto con 32.630 votos.

La encina es un árbol muy “resistente” y parte del sistema mediterráneo “Montado” único, que mantiene la economía de territorios frágiles de esta zona y contribuye al desarrollo rural y a la biodiversidad.
Una forma de apreciar la “majestuosidad” de esta encina es “sentándose bajo su sombra, lo que ayuda a sofocar el calor de los veranos del Alentejo”, y permite contemplar la inmensidad de las llanuras circundantes”, señalan los promotores de su candidatura.
Por este orden, la lista se completa con los ejemplares de Francia, República Checa, Polonia, Holanda, Eslovaquia, Reino Unido, Bélgica, República de Croacia, España, Rumanía, Bulgaria y Lituania.
Olmo de Navajas (Castellón)
El ejemplar español, un olmo (Ulmus Minor) de 382 años, ubicado en el municipio de Navajas, en Castellón, recibió solo 13.622 votos, lo que lo dejó en el puesto décimo segundo.

El árbol es un baluarte para los más de 750 habitantes de Navajas, y según reza en la placa ubicada al pie del mismo “fue plantado por Roque Pastor en el año 1636”, lo que lo convierte en ejemplar “único en Europa”.
El olmo tiene un himno escrito por los lugareños y de sus ramas han salido ejemplares que se han distribuido por todas partes, incluso han llegado a Alemania, según sus promotores.
La organización del concurso está apoyada por el comisario europeo de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella.
La ceremonia de entrega de los premios fue organizada en Bruselas por la Asociación Ambiental y la Organización de Propietarios de Tierras Europeas que se dedican a promover un medioambiente saludable en nuestras ciudades y zonas rurales, con el apoyo de la Región de Moravia Meridional, la Universidad de Mendel en Brno y el Grupo S&D del Parlamento Europeo.
El objetivo del concurso Árbol Europeo del Año es “resaltar a los árboles más longevos como importante patrimonio natural y cultural que deberíamos apreciar y proteger”. En este certamen, que ha pasado de 5 a 15 países participantes, a diferencia de otros concursos, no es importante la belleza, el tamaño o la edad sino la historia y la conexión con las personas.
Se buscan historias de árboles que “se han convertido en una parte integrante de la comunidad en su sentido más amplio”, según la página Environment Partnership Association. EFEverde
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