La regla 3/30/300 o cómo puede influir en la salud mental ver tres árboles desde la ventana. Por (*) Fernando Pozuelo

Publicado por: generico 15 de febrero, 2023

Desde nuestros orígenes, los seres humanos contamos con una empatía innata por la naturaleza, intentando conocer y comprender el medio natural que nos rodea, principalmente porque de ello depende nuestra supervivencia. Una conexión que también se ha constatado que es vital para el desarrollo emocional y espiritual.

En concreto, reforzar el sistema inmunitario, reducir el estrés o ansiedad o incluso mejorar las relaciones sociales son beneficios constatados que aporta la relación estrecha con las especies vegetales, bosques o incluso zonas como parques y jardines en las ciudades.

Desde organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) se recomiendan el acceso a un espacio verde que mida al menos 0,5 hectáreas, a una distancia en línea recta de no más de 300 metros de cada domicilio.

Una realidad que -a pesar de España ser el país con mayor biosfera de la Unión Europea- trasladada a las grandes capitales españolas, apenas se cumple.

De hecho, un estudio reciente realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y, publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet, ha revelado que se producen en torno a 7 millones de decesos a nivel mundial, debido a los niveles tóxicos del aire y la ausencia de masas verdes en las ciudades.

Una situación que puede revertirse con una mejora en la planificación de las urbes incorporando zonas verdes.

Regla 3/30/300  

Para comprobar si los ciudadanos viven cerca de espacios con vegetación y evitar los síntomas producidos por la falta de zonas verdes, el silvicultor urbano Cecil Koninjnendijk recomienda plantearse las siguientes preguntas: ¿puede ver tres árboles?, ¿en su barrio hay un 30% de cobertura vegetal?, ¿vive a menos de 300 metros de un parque?

Cuestiones que corresponden a la regla 3-30-300 propuesta por el experto para desarrollar ciudades más saludables.

De hecho, la OMS recomienda que en las grandes urbes se cumpla 1 de los 3 requisitos que comprende la regla, debido a los beneficios físicos y también en la salud mental que aporta el contacto directo con el medio natural.

La regla 3-30-300 se puede complementar con la teoría del Trébol de 4 Hojas y la línea verde imaginaria. Esta hipótesis destaca la alineación de los ciudadanos con la naturaleza. Así, esa relación entre el ser humano y los tres elementos -árboles, espacios verdes y parques o jardines- conlleva, además de ventajas para la salud, una implícita conciencia ecológica.

Con el crecimiento de las ciudades, la vegetación en el paisaje urbano ha pasado a ser un punto a abordar desde los estudios de paisajismo. Para ello, la figura del paisajista analiza cómo el ciudadano puede aproximarse a la naturaleza, mediante la realización de proyectos elaborados, o simplemente aportando su visión y seleccionando qué plantas o especies son las más adecuadas para situar en balcones, terrazas o ventanas o cómo tener una pequeña zona verde también en el interior de los hogares.

Evocar un paisaje desde nuestra ventana. Situar macetas en el alféizar de las ventanas ayuda a visualizar vegetación desde el interior de la casa. Especies como el Geranio y el Crisantemo -arbustos permanentes- o la Begoña y el Pensamiento -de temporada- son de fácil mantenimiento, destacan además por su capacidad de adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes de las ciudades. Sus flores de tonalidades vivas o incluso sus aromas generan sensaciones de bienestar.

Sutiles bosques en balcones. Complementar los balcones con arbustos ayudan a realizar esta idea que la regla 3-30-300 recomienda. No solo mejora nuestro estado anímico, sino que amortigua el bullicio de la ciudad y reduce los niveles de estrés que estos ruidos ocasionan.

Algunas de las especies más utilizadas para el diseño de bosques en miniatura son las Coníferas -como el Pinus Mugo- o diferentes tipos de Junípero, como los Chinensis. Incluso, es posible recurrir a la Nandina doméstica -también conocida como bambú sagrado-,un arbusto de gran valor en la decoración de espacios verdes que destaca por sus hojas perennes y sus característicos tonos rojizos que adquiere en otoño. Además, si queremos crear un paisaje con bosques caducifolios, destaca el Arce Japón, recomendado para zonas sombreadas.

Incluir plantas en el interior de nuestro hogar influye en nuestro bienestar. El Poto, la Sanseviera o la Cinta son plantas muy resistentes que también tienen la capacidad de purificar el aire. En concreto, permiten respirar un ambiente limpio, que ayuda a rebajar la tensión y el estrés, generando una sensación de bienestar. Otras como la Hierbabuena o la Menta permiten activar el metabolismo. Su cultivo y cuidado puede realizarse dentro o fuera de casa, como por ejemplo, en pequeños invernaderos.

(*) Fernando Pozuelo es director del estudio de paisajismo Fernando Pozuelo Landscaping Collection.

 

 

Fotografía de Fernando Pozuelo haciendo referencia a la regla 3/30/300. Copyright: Luis Benolier.

 


 

Creadores de Opinión Verde #CDO es un blog colectivo coordinado por Arturo Larena, director de Medio Ambiente y Ciencia en EFEnoticias y  EFEverde

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