Mario Rodriguez (*).- Durante este verano he atendido las reuniones que nos han planteado tanto Unidas Podemos, como el PSOE, como hago con cualquier partido político que quiere escuchar nuestras demandas. En ambas reuniones, traslade a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias nuestras propuestas y la importancia de que se conformara un gobierno, porque el coste de la inacción sería muy alto en un contexto de crisis ambiental y social como el que estamos viviendo.
Las llamas están devorando el planeta con incendios de una intensidad desconocida, ya sea en la Amazonia, Rusia, África o España. Los huracanes atlánticos son cada vez más intensos, basta ver los efectos devastadores del Dorian en Bahamas. Los turistas pasean en manga corta por el Ártico. La sequía ha venido a España para quedarse y las aseguradoras se enfrentan a retos desconocidos en un escenario de cambio climático como el actual. Además, los datos de empleo en España, la posibilidad de un Brexit duro, el comienzo de recesión en Alemania, indican que entramos a un más que probable escenario de crisis económica con unas consecuencias sociales y medioambientales que pueden ser de mucho calado. Está claro que el modelo económico vigente no funciona y la única respuesta política en general en la UE y en particular en España está siendo la inacción.
Sesión de control
Hoy se celebra la sesión de control al gobierno en funciones, la primera desde el 27 de febrero pasado, en medio de la incertidumbre sobre si se formará gobierno o se irá a nuevas elecciones.
Entre tanto, La AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) nos recuerda que este año es, de momento, el tercero más seco del siglo. Ya son casi 50 las poblaciones con alguna restricción en el uso de agua o que necesitan abastecerse con camiones cisterna. En general el campo español se resiente con la falta de precipitaciones y las pérdidas son ya millonarias.
En España ha habido 13 grandes incendios forestales y se ha quemado casi 4 veces más superficie que en 2018. Solo en el incendio de Valleseco en Gran Canaria han ardido más de 10.000, lo que ha ocasionado 10.000 desplazados.
Desastres
Desde la década de los 80 hasta el año 2017, los daños causados por desastres naturales en todo el mundo aumentaron 827 por ciento, de acuerdo con el reporte Situación Seguros elaborado por BBVA Research. Y en España Munich Re concluye que las olas de calor y las tormentas de granizo están aumentando debido al cambio climático y es muy importante que las aseguradoras sean conscientes de estos cambios.
Por otro lado, en nuestro país la afiliación a la Seguridad Social en España ha perdido 212.984 trabajadores a la vuelta del verano, una temporada tradicionalmente negativa, en el peor dato registrado desde agosto de 2008. Un mes previo a la quiebra de Lehmann Brothers y al estallido de la crisis financiera más grande de todos los tiempos. Son números preocupantes, que apuntan hacia un escenario de enorme incertidumbre económica. El paro aumentó en más de 54.000 personas en agosto, cifra inéditas desde mediados de 2010. Si el mercado laboral funciona como termómetro perfecto de la economía española, las noticias no son muy alentadoras. Dicho de otro modo, España ha dejado de crear empleo al ritmo que solía durante el último lustro. La economía se está contrayendo. Y ya sabemos quien paga los platos rotos cuando esto sucede. Las personas más desfavorecidas y el medio ambiente.
Pensar en la ciudadanía
Ante esta situación, es necesario apelar una vez más a la urgencia de iniciar la transición ecológica; de que este país tenga de una vez por todas una ley de cambio climático, de que tenga una política de aguas que tenga muy en cuenta el escenario de cambio climático en el que ya estamos inmersos; de que la conservación de la biodiversidad sea motor emergente de desarrollo económico en la España vacía y olvidada. Y todos estos retos no los puede llevar a cabo un gobierno en funciones.
Este país necesita un gobierno con capacidad real y efectiva para afrontar estos retos con seriedad, en términos de justicia social y de recuperación de un estado del bienestar social y ambiental, muy castigado por la crisis económica; con un presupuesto del Estado adecuado y con un horizonte de al menos cuatro años. Así que, dialoguen sin descanso y decidan lo que tengan que decidir pensando en la ciudadanía y no en clave interna partidista. Porque el coste de la inacción y el desacuerdo será muy alto para la ciudadanía y el planeta.
(*) Mario Rodríguez Vargas, director de Greenpeace España
Otras tribunas de Creadores de Opinión Verde (#CDO)
Debe estar conectado para enviar un comentario.