Descarbonizar la economía “significa inversión”, pero los costes totales de un escenario “continuista” en el que no haya cambios sustanciales para incrementar la eficiencia energética y la electrificación ascenderán a los 720 mil millones de euros, según Deloitte.
Lo ha asegurado hoy el socio líder de Energía y Recursos Naturales de Deloitte, Alberto Amores, en la presentación del nuevo informe de la consultora “Una transición inteligente hacia un modelo energético sostenible para España en 2050: la eficiencia energética y la electrificación“, el tercero de la saga sobre descarbonización.
El documento analiza los posibles escenarios hacia los que España puede avanzar en relación a la decisión tomada en la Eurocámara el pasado miércoles, que refuerza los objetivos de reducción de combustibles fósiles en favor de las renovables y propone una meta del 35 % de energía limpia para el 2030, frente al 27 % anterior.
Entre las conclusiones derivadas del estudio, la consultora ha estimado que el único escenario que podrá cumplir con las metas europeas -no sólo de 2030 sino también de 2050- es el de un alto nivel de electrificación de todos los sectores españoles y de actuaciones “muy intensas” en eficiencia energética.
Para llegar a esta situación, España tendrá que invertir unos 510 mil millones de euros “de aquí a 2050“, frente a los 200 mil millones que exigirá una actitud continuista que no de lugar a “cambios relevantes en el peso de los vectores energéticos” y por la que no se podrá cumplir con los objetivos vinculantes europeos.
Sin embargo, al tener en cuenta los costes totales a la economía -incluyendo los gastos además de la inversión- Deloitte ha calculado que el escenario continuista será el más caro, pues supondrá unos 720 mil millones de euros, frente a los 590 mil millones de euros que costará seguir la hoja de ruta europea.
La factura de la luz, más barata si se reducen las emisiones de CO2
Además, la consultora ha asegurado que en el camino hacia el panorama de alta electrificación y alta eficiencia energética el recibo de la luz se podrá reducir hasta un 35 % en 2030 y un 55 % en 2050.
El informe advierte no obstante del “sobrecoste que supondrá cerrar de forma anticipada las centrales térmicas convencionales y las nucleares” pues, según Deloitte, el mix energético necesita el respaldo de estas fuentes de generación “mientras se sigue avanzando en la instalación de plantas eólicas y solares”.
Desde la compañía han considerado que las baterías de almacenamiento para un sistema eléctrico renovable, si bien han experimentado “importantes avances”, plantean todavía un problema de “incertidumbre” y otro de coste, que es “excesivamente elevado” frente al de las energías convencionales, ha señalado Amores.
El eurodiputado socialista José Blanco, que ha participado en la presentación, ha asegurado que “los costes de las renovables se han reducido a un ritmo mucho mayor de lo esperado” y ha aplaudido la mayor ambición acordada en el Parlamento Europeo en materia transición energética para la descarbonización.
Estrategia nacional, de acuerdo con los objetivos vinculantes europeos
Blanco ha alegado también que ahora cada Estado miembro deberá establecer metas nacionales de acuerdo con el objetivo vinculante acordado en Estrasburgo y que habrá que asegurar asimismo un marco jurídico para proteger las decisiones políticas en este ámbito.
En este sentido, Amores ha argumentado a favor de incentivos fiscales -entre otras soluciones- para impulsar, por ejemplo, la movilidad eléctrica, pero sin incrementar la fiscalidad en los combustibles “mientras no tengamos una alternativa viable”.
A su juicio, “tendría más sentido reducir la fiscalidad de los menos contaminantes que incrementar la de los que ya contaminan”, ha sentenciado. Efeverde