En las playas de nuestro litoral las medusas son los organismos que causan más problemas. Cada año miles de bañistas han de recibir asistencia sanitaria debido a sus picaduras. Afortunadamente en la mayoría de las ocasiones no suelen tener consecuencias graves, aunque en ocasiones pueden ser muy dolorosas y molestas.
Las células urticantes de estos animales están ubicadas alrededor de la boca, en los tentáculos y en los filamentos que están en el borde de la umbrela. Muchas especies son casi transparentes y otras tienen largos tentáculos filamentosos que son muy difíciles de ver, todo esto hace que, involuntariamente, los bañistas puedan tocarlas involuntariamente.
Cuando se va a una playa en la que los equipos de seguridad avisen de la presencia de medusas siempre hay que seguir sus indicaciones. No hacerlo significa exponerse a un alto riesgo de tocar a alguno de estos animales o a filamentos sueltos. Si esto ocurre las consecuencias seguro que se recuerdan durante tiempo.
En el litoral español las medusas más abundantes son el acalefo azul (Rhizostoma pulmo), la medusa luminiscente (Pelagia noctiluca) y el huevo frito (Cotylorhiza tuberculata), todas ellas producen picadas con un grado medio en la virulencia. Hay otras especies menos abundantes pero no por ello menos peligrosas e, incluso, especies invasoras como la cubomedusa o avispa de mar, que son una altamente urticantes.
Estos organismos se alimentan básicamente del zooplancton que encuentran en el seno de la masa de agua en la que se hallan. Comen también huevos, larvas, alevines y juveniles de muchas especies de peces.
Curiosamente, hay medusas que tienen algas unicelulares simbiontes en el interior de sus tejidos corporales, sobre todo en los tentáculos. Un caso espectacular son las especies del género Cassiopeia. Estos animales viven en los manglares y en las lagunas litorales poco profundas de las zonas tropicales. Suelen quedarse quietas, con la umbrela tocando el fondo y con los tentáculos hacia arriba. En esta posición las algas unicelulares simbiontes reciben más cantidad de luz y realizan la fotosíntesis de una manera más eficaz. De ello se aprovecha la medusa que utiliza una parte de los nutrientes y del oxígeno que producen las algas. De todas maneras los ejemplares de Cassiopeia también tienen células urticantes para capturar a organismos planctónicos.
Desde hace tiempo en muchos mares se está observando un aumento significativo de las poblaciones de medusas. Esto se atribuye, básicamente, a la eutrofización de los mares y océanos, al aumento de la temperatura del agua, a la sobreexplotación de las poblaciones pesqueras y a la reducción de la cantidad de depredadores, como son las tortugas de mar, los peces luna o los grandes túnidos.
Esta situación puede crear problemas importantes a medio plazo en algunos sectores productivos tan importantes para la economía del país como son el turismo y la pesca. Quien se va de vacaciones a la playa quiere bañarse con tranquilidad, a nadie le gusta tener que estar pendiente de la aparición de masas ingentes de medusas o de fragmentos de tentáculos y de filamentos urticantes. Si esto se repite durante años la gente puede plantearse irse de vacaciones a zonas menos problemáticas.
Aparte de poner de manifiesto los desequilibrios ecológicos del mar, la aparición de estas plagas también contribuye a la disminución de los recursos pesqueros. Durante sus primeros días de vida muchos peces viven lejos del fondo, primero como huevos y después como larvas y alevines.
Un incremento significativo de las poblaciones de medusas puede provocar la disminución de invertebrados y de peces, entre ellos los de interés comercial, puesto que para subsistir capturan a una gran cantidad de organismos planctónicos, de huevos y de larvas
Actualmente diversas instituciones científicas europeas, entre ellas el ICM-CSIC están desarrollando el proyecto MED-JELLYRISK que permitirá conocer mejor a las medusas, la evolución de sus poblaciones, la aparición de especies invasoras y también su impacto económico. Otro proyecto a nivel nacional es el LIFE CUBOMED en el que se está estudiando la presencia de la especie invasora Carybdea marsupiales, conocida como avispa de mar.
En ambos proyectos es importante destacar el papel que puede realizar cualquier ciudadano aportando información sobre avistamientos de alguno de estos animales, ya sean realizados en alta mar o desde la costa. Los proyectos pueden conocerse visitando las webs: http://jellyrisk.eu/es/ y http://www.cubomed.eu/es/
(*) Manel González (BIOIMATGE) www.buscandoelazul.com .-
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