La primera ‘Guía de Plantas Pirófilas’ presentada este miércoles en Madrid facilita una clasificación de las plantas menos proclives a la propagación del fuego e informa de la disposición y mantenimiento de jardines para prevenir los incendios.
La guía ha sido elaborada por la Asociación Nacional de Empresas Forestales (Asemfo), con la colaboración del grupo de Incendios forestales del INIA-CIFOR y la cofinanciación de la Comunidad de Madrid (CAM) y ha sido presentada de forma virtual en la «Jornada sobre Piroplantaciones en la Interfaz Urbano Forestal (IUF)».
La Guía recoge información sobre más de 500 plantas y sus características, además de conceptos claves como la protección pasiva contra incendios, recomendaciones sobre las características y disposición de las plantas en los jardines y su mantenimiento para prevenir la propagación del fuego.
El presidente de Asemfo, Miguel Ángel Duralde, ha explicado que “la Guía de Plantas Pirófilas es producto de un estudio pormenorizado de las especies de menor inflamabilidad en las zonas IUF de la región madrileña”, que incluye “una propuesta de catalogación de estas y otras especies alternativas para el mismo uso”.
Duralde ha explicado “el alto nivel de inflamabilidad” de algunas especies como el laurel o las de género cupressus (cipreses), que se siguen plantando “de manera excesiva” en los jardines y setos de las viviendas de las zonas IUF, según un comunicado.
En 2014 se inventariaron 1.051 urbanizaciones en zona de interfaz de la región, de las cuales solo siete contaban con planes de autoprotección.
El presidente de Asemfo ha lamentado que los espacios ajardinados, especialmente los localizados en las zonas IUF, no reciban la atención que precisan, aunque ha reconocido que “estamos aprendiendo a golpes tras ver las tragedias acontecidas en las zonas de interfaz” en incendios como los de Grecia, Portugal o California.
El trabajo de campo para la elaboración del estudio se realizó sobre las urbanizaciones ubicadas en el Parque Regional de la Cuenca Alta del río Manzanares, donde existen 182 kilómetros de franja perimetral entre las zonas urbanas y el terreno forestal.
El estudio concluye que las especies utilizadas son de “elevada inflamabilidad” y llama la atención sobre “la falta de concienciación del riesgo de incendios por parte de los habitantes de las zonas IUF”, que desconocen “las consecuencias que tienen sus prácticas de jardinería”.
Con el objeto de concienciar sobre este peligro, Asemfo y la CAM han realizado una campaña informativa con la distribución de 25.000 folletos entre los residentes de los municipios de Boadilla del Monte, Collado Villalba, Galapagar, las Rozas y Villaviciosa de Odón, en la Sierra madrileña.
En la jornada han participado el director general de Biodiversidad de la CAM, Luis del Olmo; el director de los Parques Regionales de la CAM, Pedro Castaño; la directora técnica de la Guía, Pilar García; la responsable del departamento de Dinámica y Gestión Forestal del INIA–CIFOR, Mercedes Guijarro y el representante de Viveros Fuenteamarga, Juan Añibarro.
Asimismo han participado más de 100 profesionales, técnicos medioambientales y forestales de ayuntamientos de la región.
Del Olmo ha anunciado que la CAM destinará “500.000 euros para actuaciones forestales de restauración en los terrenos afectados por el incendio de Cadalso de los Vidrios y Cenicientos”, que arrasó 2.183 hectáreas, área declarada como Zona de Actuación Urgente (ZAU) el pasado 24 de septiembre.
Castaño ha señalado que “se está llevando a cabo la repoblación de casi 8.000 árboles plantados en el entorno metropolitano (Bosquesur, Cantueña, Valdelatas, MUP Dehesa Boyal de San Sebastián de Los Reyes y Vías Pecuarias) en casi 65 hectáreas de superficie”, con especies forestales que se adaptan al clima y al suelo, fomentan la biodiversidad y la elección de especies pirófilas o hipoalergénicas. EFEVerde