Propuestas de un periodismo en transición ante el Acuerdo de París. Por (*) Rogelio Fernández-Reyes

Publicado por: generico 14 de julio, 2016

El investigador y periodista ambiental Rogelio Fernández-Reyesi reflexiona sobre la búsqueda de lo que denomina un periodismo en transición ante el cambio climático. El artículo completo se encuentra en http://revistarazonypalabra.org/index.php/ryp/article/view/45/pdf

V Informe del IPCC y el Acuerdo de París

Los cambios que actualmente se observan en el sistema Tierra no tienen precedentes en la historia de la humanidad (GEO 5, 2012). Nos encontramos en un territorio de extralimitación de varios umbrales ambientales que conlleva un desequilibrio de la biosfera, con factibles posibilidades de colapso en el horizonte. El cambio climático se ha erigido como el principal reto. El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) alerta, en su V Informe (2014), de considerables probabilidades de cambios que suponen un reto para la vida en el planeta tal y como ha podido desarrollarse en los últimos milenios. ¿Qué reacción de la humanidad es la oportuna?, ¿qué papel ha de jugar la sostenibilidad?, ¿qué función social han de ejercer los medios de comunicación?

El Acuerdo de París (2015) se ha marcado el objetivo de “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2° C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5° C”. El IPCC indica que queda poco tiempo para evitar que la media supere los 2° C de temperatura con respecto a los niveles preindustriales. En este artículo se considera que para lograr que el aumento de temperatura no supere los 1,5° C es preciso que prevalezca un cambio transformacional, esto es, sistémico, en un periodo corto de tiempo. Se propone reflexionar cómo procurar un periodismo en transición que, sin renunciar al rigor y a la objetividad, sitúe la sostenibilidad como eje de referencia. Y se reflexiona sobre qué elementos pueden ser interesantes en las prácticas comunicativas ante el V Informe del IPCC y el Acuerdo de París.

Los medios de comunicación son cronistas y protagonistas (Rojo y Maestre, 2005) del acontecer histórico. La práctica periodística refleja y participa en la representación social de la sostenibilidad y en la aportación de soluciones. Por tanto, frenan o facilitan el abordaje de un cambio cultural como el que entendemos que se requiere. Una de las funciones del ejercicio periodístico, por tanto, es la de colaborar en la emergencia de toda una nueva cultura basada en la sostenibilidad.

Cambio cultural y periodismo en transición

En la era de la información (Castell, 2001), ¿hasta qué punto es importante la extralimitación humana en la biosfera en la agenda temática de la profesión? En la evolución histórica del periodismo se reconocen varias etapas que se han sucedido o que han coexistido. Si asumimos que la sostenibilidad será el motivo de cambio cultural generado por el cambio global, sobre todo por el cambio climático, el ethos de un cambio de la estructura del sistema, y si asumimos que la sostenibilidad comprende una revolución tan profunda como las revoluciones agrícola e industrial (Meadows et al, 1992), es previsible que la sostenibilidad conforme una nueva etapa del periodismo o sea un factor nuclear del ejercicio periodístico (Fernández-Reyes, 2010). Cabe esperar que el periodismo general se impregne de ella en su agenda, como un tema horizontal y trasversal, y se vea afectado en su estructura y dinámica.

Ante el reto del cambio climático, un periodismo en transición arranca de un punto de partida: la extralimitada concentración de gases de efecto invernaderoii y su relación con el aumento de la temperatura, hoy mostrada con robustez desde el ámbito científico. El punto de llegada es el freno y retroceso en la concentración de CO2-eq en la atmósfera y en el aumento de la temperatura. Concretamente, el objetivo de un incremento de temperatura muy por debajo de 2° C, persiguiendo que no supere 1,5° C.

Una propuesta en la comunicación del cambio climático ante el V Informe del IPCC y el Acuerdo de París

Efeverde ya se hizo eco de un decálogo sobre la comunicación del cambio climático que fue aprobado en el Congreso sobre dicho tema celebrado en Sevilla en 2012  y que consideramos que aún está actualizado. A continuación, se sugieren algunos puntos que quizás puedan resultar complementarios en la búsqueda de un periodismo en transición tras los resultados del V Informe del IPCC y el Acuerdo de París. Podrían ser elementos de análisis en la investigación de la comunicación del cambio climático.

a) Un tratamiento cuantitativo y cualitativo mayor y mejor

Si el cambio climático se ha posicionado como tema prioritario en la agenda internacional en París, con la mayor afluencia histórica de jefes de Estado, es oportuno un mayor tratamiento mediático: facilitando el debate, visibilizando la movilización ciudadana, las experiencias alternativas, los gestos de voluntad y práctica política, el reconocimiento de la dimensión real del problema, el pronunciamiento de líderes de distintos ámbitos, las iniciativas de compromiso común, los sucesivos informes científicos, etc.

En cuanto al tratamiento cualitativo, puede ser oportuno tener en cuenta que los relatos periodísticos sobre cambio climático son diferentes si se elaboran desde un paradigma productivista que si se elaboran desde un paradigma ecológico. Estas diferencias se pueden percibir, entre otros elementos, en: una mayor o menor cobertura de un tema, selección de actores (instituciones, expertos y contra-expertos), los argumentos (en los que se interpretan y construyen la realidad), la propuesta de tomas de medidas (campos de acción o de inacción), la atribución de responsabilidades, el reconocimiento de las consecuencias, el grado de reconocimiento o cuestionamiento de las afirmaciones científicas o de las distintas fuentes.

b) Vincular el objetivo climático con la reducción y la descarbonización.

El debate sobre el objetivo climático no debe sustituir lo verdaderamente importante, que es la reducción de emisiones (Boykoff et al, 2010). La rebaja del objetivo climático en el Acuerdo de París teniendo en cuenta 1,5º C ha sido un logro de la movilización ciudadana y política. Está ligado directamente al término “descarbonización”. El V Informe del IPCC habla claramente de que para mitigar el cambio climático será necesario descarbonizar el sector energético, reducir la demanda de energía y lograr que los consumidores de energía final cambien a combustibles bajos en carbono, incluyendo la electricidad.iii

La ONU incluyó el término en los borradores de la Cumbre de París, pero se retiró a instancias de países productores de petróleo. Al final, el Acuerdo de París derivó en el término “equilibrio”, que abre la puerta a los mecanismos de secuestro y almacenamiento de carbono. La resta entre lo emitido y lo que se atrapa “no conlleva” que la economía tenga que descarbonizarse. Ante ello consideramos que es preciso el uso y la práctica del término “descarbonización” para lograr el objetivo de temperatura acordado en París. Una cultura baja en carbono está confrontada irremediablemente con los intereses empresariales, políticos y sociales en torno a los combustibles fósiles. También con los hábitos de vida consumistas. Y es irrenunciable introducir el debate sobre las medidas para el transporte marítimo y aéreo.

c) Favorecer el debate sobre el cambio en tres motores:

Si consideramos que entre los principales motores del cambio climático se encuentran el crecimiento de la población, el modelo de producción y consumo, y el modelo energético es importante el debate en la transformación de cada uno. Si bien el modelo energético ha tomado especial peso en el Acuerdo de París, ésta no es la única pata en un cambio cultural.

d) Verificar la sintonía o no entre los objetivos planteados y las contribuciones comprometidas del Acuerdo París

Es preciso analizar el nivel de responsabilidad/vaguedad de los compromisos nacionales, políticos, económicos y sociales, así como el acierto o no del calendario marcado y las revisiones. Dado el cariz que está tomando el riesgo asociado del cambio climático, está justificada la recuperación de la función periodística de “perros guardianes” del bien común. Hay países pobres que pagan ya un precio brutal por el cambio climático. Es por ello por lo que adquiere valor el debate sobre el bien común, sobre los elementos éticos en la comunicación del cambio climático. No hay que olvidar que al final son naciones y ciudadanos con baja producción de emisiones, los que sufren y sufrirán, junto a las nuevas generaciones y demás especies y ecosistemas, el impacto producido por naciones y ciudadanos responsables de emisiones altas.

e) Priorizar la atención sobre la mitigación

Este tema también se trató en otro artículo publicado en Efeverde . El IPCC considera las respuestas de la mitigación y la adaptación, claudicando hasta el momento la restauración. Para lograr los objetivos planteados en el Acuerdo consideramos que se precisa priorizar la mitigación sobre la adaptación,iv debido a que presenta un potencial particularmente mayor. Esta es la tecla principal del nuevo debate. Sin embargo, la mitigación tiene menos protagonismo que la adaptación tanto en el Acuerdo de París como en la prensa. Hay un riesgo de predominio de la adaptación en cuanto permite seguir con el modelo de producción y consumo, mientras que la mitigación lo traba. Puede ser oportuno estar atento a un posible desplazamiento del negacionismo y del escepticismo hacia el adaptacionismo.

f) Favorecer el debate del cambio de modelo civilizatorio

Numerosos estudios sobre la cobertura del cambio climático en España muestran la prevalencia de un desequilibrio entre la información de los impactos, la de atribución de responsabilidades y las soluciones, siendo mayor la atención a los impactos. Si nos centramos en las soluciones creemos oportuno el debate sobre la necesidad de un cambio de modelo cultural: pasar de la sociedad de consumo creciente e ilimitado a una sociedad con la sostenibilidad como eje. Si es así, este debate apenas está presente en la estructura de los medios de comunicación y en su discurso hegemónico. Y el reto es impresionante (Fernández-Reyes, Teso y Piñuel, 2013).

Conclusión y discusión

La ciencia tiene unas conclusiones nítidas sobre el cambio climático. El V Informe del IPCC (2014) confirma que el calentamiento del sistema climático es claro, inequívoco, que ha generado ya impactos en todos los continentes y océanos, y que hará falta mitigar y adaptarse para evitar impactos climáticos dañinos. En la Cumbre de París (2015), se reconoció una inconsistencia entre los objetivos y los compromisos planteados en la capital francesa. A la par, el ritmo del impacto humano no cesa de aumentar en el sistema climático.v

Ante esta difícil realidad se impone una reacción. Frenar el cambio climático, con otro cambio se convierte, entonces, en uno de los principales retos de la especie humana en este contexto histórico. Nos embarcamos en la mayor amenaza de la especie humana. Estamos viviendo un momento histórico decisivo, un desafío colosal no solo para la civilización actual sino para la especie humana y el resto de especies “compañeras de viaje”. Hay que modificar la curva de emisiones en un plazo de tiempo muy corto. Como exponía una pancarta en la Torre Eiffel durante la Cumbre del Clima “No hay un planeta B”. Ello justifica la indagación de un periodismo en transición como función social de los medios de comunicación y como requerimiento legítimo de la sociedad.

La búsqueda de un periodismo en transición aspira a tomar forma en multitud de escenarios distintos, motivando una continua y creativa reelaboración de conceptos y de prácticas, con un abordaje multisectorial y multiescala sobre el cambio climático. Aun así, no es nada nuevo. De hecho, se viene fraguando desde hace tiempo en ciertas prácticas comunicativas, más factibles en medios de comunicación públicos. Si hay algo nuevo bajo el sol es el grado de emergencia planetaria que nos señalan los procesos de extralimitación del cambio climático, los cuales motivan a que esté más justificado avanzar por este tipo de ejercicio periodístico. Es por lo que consideramos que la búsqueda de un periodismo en transición es una de las claves de la investigación y del ejercicio periodístico de nuestro tiempo para atender el objetivo climático de París y los riesgos del cambio climático de los que está alertando la ciencia.

i Doctor en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Doctor por la Universidad Pablo de Olavide. Miembro del Grupo de Investigación GREHCCO/LADECOM (Universidad de Sevilla) y MDCS (Universidad Complutense de Madrid)

ii El observatorio de Observatorio Mauna Loa contabilizó en junio de 2016 una concentración de 406.81 ppm de CO2, una cifra que se aleja de los 280 que existía antes de la época industrial

iii Cambio Climático: Mitigación. Guía resumida del Quinto Informe de Evaluación del IPCC, Grupo de Trabajo III (2014). Ministerio de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente, p. 7

iv Salvo en aquellas situaciones donde la adaptación se justifica como prioritaria porque los efectos son más graves, sobre todo en los países y poblaciones más vulnerables.

v Decadal changes calculated by CO 2 Earth with NOAA-ESRL annual mean CO2 concentrations at Mauna Loa, en https://www.co2.earth/co2-trend

(*) Rogelio Fernández Reyes es periodista ambiental y miembro de los Grupos de Investigación MDCS (Universidad Complutense de Madrid), GREHCCO (Universidad de Sevilla) y GPJA (Universidade Federal do Rio Grande do Sul)

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Esta tribuna puede reproducirse libremente citando a sus autores y a EFEverde

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