Lourdes Uquillas.- EFEverde.- Latinoamérica “no está haciendo su tarea en temas de cambio climático”, muy pocos países tienen diseñados los compromisos nacionales determinados (CND) y las estrategias climáticas a largo plazo, asegura el jefe de Energía y Clima de WWF, Manuel Pulgar-Vidal.
Coste del 25 % del PIB
El también exministro de Medio Ambiente de Perú subraya que esta carencia puede llegar a tener “un coste del 25 % del PIB por país para 2050”.
Pulgar-Vidal asegura en entrevista con EFE previa a la Cumbre del Clima (COP26) de Glasgow (Reino Unido) que Latinoamérica no tiene una posición común frente al cambio climático como sí sucede con África y la Unión Africana. Latinoamérica, sostiene, “es una subregión fragmentada políticamente desde hace 20 años y eso se refleja en la falta de unidad frente a la negociación climática”.
Además, subraya, ninguno de los grupos como Mercosur, Alba… ha sido capaz de unificar la agenda de América Latina.
La agenda de los países latinoamericanos es muy característica de países en desarrollo, que es llegar con la pretensión de que los mecanismos de mercado de carbono se resuelvan, el financiamiento para adaptación climática se incremente o las reglas comunes se alineen a cinco años, un posicionamiento “bastante básico fruto de los mandatos preexistentes”.
Latinoamérica no está haciendo sus deberes climáticos
Pero “no existe” una visión mayor y la gravedad radica en que “Latinoamérica no está haciendo su tarea en temas de cambio climático, hay países que no han actualizado y fortalecido sus CND, muy pocos tienen su plan nacional de adaptación en regla -son 6 o 7-, asegura, y Perú ha sido el último en presentarlo.
Asimismo, casi ningún país latinoamericano tiene “visión a largo plazo, muy pocos tienen políticas sobre el carbono, muy pocos ministerios de Finanzas se han adherido a la Coalición de Ministros de Finanzas por el Clima, una iniciativa que fue lanzada por Chile y Finlandia, y a la que también ha sido Perú el último en adherirse”.
En su opinión, Latinoamérica sigue jugando el rol de llegar a estas reuniones extendiendo la mano para pedir, pero por su lado incumple sus tareas, y eso ocurre porque los países no se han dado cuenta que si bien este es un proceso político, es fundamentalmente económico y que ya la economía global comenzó a cambiar, ahora tiene consideraciones climáticas.
[box type=”shadow” ]Si Latinoamérica no se da cuenta de ello va a tener una gran pérdida estructural en su producto interno bruto por país, que según un estudio de la Cepal podría llegar al 25 % para 2050.[/box]
Solo tres países latinoamericanos se pueden considerar con cumplimientos climáticos: Chile porque es consciente de ello, asegura Pulgar-Vidal, es un país “pionero y con mejor perspectiva sobre el clima”, seguido por Costa Rica, que ha aprovechado sus espacios naturales y su historia y, por último, con voluntad pero con muchas dificultades, Colombia.
Negociaciones climáticas
Sobre las negociaciones climáticas, Pulgar-Vidal explica que los negociadores negocian sobre mandatos, se sabe que hay que discutir sobre el artículo 6 del Acuerdo de París pendiente desde la COP25 de Madrid, sobre financiación climática, sobre la meta global de adaptación, el libro sobre transparencia o lo que se conoce como tiempos comunes.
Pero en este proceso hay espacio para todos, así si un tema específico tiene la capacidad de entrar en los debates, gradualmente va ganando espacio para su desarrollo específico. Y en este sentido, sostiene, hay un ejemplo específico con el ministro Laurent Fabius que fue “muy inteligente” cuando desde diferentes sitios se le plantearon temas relacionados con los pueblos indígenas, el océano o de género, él los puso en el preámbulo del Acuerdo de París, lo que ha dado pie para que se hable sobre ellos en las siguientes COP.
Asegura que a veces solo hace falta una bienvenida a un tema para darle esa fracción política, por ejemplo, en la Cumbre de Madrid cuya presidencia la ejercía Chile se planteó las soluciones basadas en la naturaleza que se tratarán en las siguientes reuniones.
O cuando él presidió la COP de Lima se dio la bienvenida no formal a la agenda de actores no estatales, en ese momento llamada la Agenda de Acción Climática Lima-París y que después pasó a llamarse la plataforma de Marraquech. Hoy en día se espera que la Plataforma se fortalezca y los actores no estatales tengan un lugar en las negociaciones.
De todas formas, señala el jefe de Energía y Clima de WWF, en la COP ya no hay mucho que negociar como solía ser en el pasado. EFEverde
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