Tras la publicación de nuestro anterior post se han producido más buenas noticias de cancelaciones de proyectos de extracción de petróleo en aguas profundas y también con respecto al fracking, las cuales detallamos más abajo.
Tras la publicación de nuestro anterior post se han producido más buenas noticias de cancelaciones de proyectos de extracción de petróleo en aguas profundas y también con respecto al fracking, las cuales detallamos más abajo. Estas buenas nuevas sirven de acicate para que la sociedad civil siga movilizándose en pro de su salud, la conservación del medio ambiente y de un desarrollo sostenible.
En el documento “Razones para la esperanza”colgado de la web de la Alianza Mar Blava, elaborada por Salvia, se relacionan una serie de buenas noticias en el ámbito de la exploración y explotación de hidrocarburos, a modo de prueba de que el proyecto petrolífero promovido por la petrolera escocesa Cairn Energy en el golfo de Valencia se puede parar.
Actualmente Cairn Energy está elaborando el Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) de la primera fase de su proyecto, es decir la de los sondeos sísmicos. En los próximos meses ese EsIA tendría que salir a información pública, salvo que la empresa decidiera cancelar sus planes en la zona.
La Alianza Mar Blava recuerda que incluso las fases previas de exploración en busca de hidrocarburos (pruebas sísmicas y perforación de pozos de cata) conllevan unos riesgos ambientales intolerables de contaminación acústica, por vertido de hidrocarburos y por metales pesados en un entorno privilegiado y amparado por varias figuras de protección ambiental. Estos argumentos son suficientes para que el MAGRAMA considere seriamente la alternativa cero (no realizar el proyecto), como ha recordado recientemente la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea.
Noruega prohíbe las prospecciones petrolíferas en las islas Lofoten
En octubre de 2013, el nuevo gobierno noruego, presidido por Erna Solberg, líder del Partido Conservador, anunció que no se llevarán a cabo perforaciones petrolíferas en las aguas costeras de Lofoten, Vesterålen, Senja, More y Jan Mayen, y en algunas zonas del alto Ártico.
El nuevo gobierno, surgido tras las elecciones generales celebradas en septiembre de 2013, es una coalición entre el Partido Conservador y el Partido del Progreso y cuenta con un amplio apoyo parlamentario de los partidos liberal y cristiano-demócrata. El acuerdo de legislatura firmado por todos estos partidos incluye la decisión de paralizar los planes y proyectos de perforación de petróleo y gas en las Islas Lofoten y demás zonas mencionadas.
Las aguas de estas maravillosas islas acogen el caladero de bacalao más grande del mundo, el mayor arrecife de coral de aguas frías, y la colonia de aves marinas más importante de Europa continental. Constituyen también el área de reproducción del 70% de las especies de interés pesquero en los mares de Barents y de Noruega, así como de cachalotes, orcas y focas. La combinación de aguas atlánticas ricas en nutrientes y una estrecha plataforma continental hace que estas zonas sean especialmente productivas y cuenten con grandes recursos naturales, pero implica también que son muy vulnerables a la contaminación.
La industria pesquera y las pesquerías tradicionales han sido la base económica y de empleo de estas regiones durante siglos. La población de bacalao más grande del mundo desova exactamente en las mismas áreas donde la industria petrolera pretende acceder a las reservas de hidrocarburos para su explotación.
Tras más de una década trabajando con este objetivo, la decisión gubernamental de prohibir las prospecciones ha sido celebrada como una gran victoria de la sociedad civil. El acuerdo tiene implicaciones muy positivas para los pescadores, el medio ambiente y las regiones amenazadas por los proyectos petrolíferos, que podrán ahora seguir desarrollando una economía basada en la sostenibilidad y las nuevas tecnologías. Obviamente también supone un avance en los esfuerzos globales contra el cambio climático, al evitarse la extracción de más recursos fósiles para su combustión y las consiguientes emisiones de dióxido de carbono, principal gas de efecto invernadero.
Noruega es uno de los principales productores mundiales de petróleo y de gas, y tiene una economía muy dependiente del petróleo. La decisión del Ejecutivo de Erna Solberg tiene por tanto un gran calado político y económico para el país nórdico, pues las reservas estimadas en estas áreas marinas ascienden a unos 2.300 millones de barriles de petróleo equivalente, que deberán permanecer ahora en el subsuelo.
Y más aún en el contexto actual de descenso continuado de la producción de crudo en Noruega, procedente principalmente de pozos antiguos en el Mar del Norte. En 2013 la extracción ha experimentado un nuevo descenso por 13er año consecutivo, cayendo a la mitad de su pico de producción, conseguido en el año 2000.
De hecho, la empresa petrolera de mayoría estatal Statoil ASA (STL), fundada en 1972 y que constituye actualmente la mayor compañía de Noruega, con unos 17.000 empleados (Noruega tiene una población de poco más de cinco millones de habitantes), ha sido muy crítica con la decisión del Gobierno y ha advertido a éste que sacrificar el aprovechamiento de los recursos petrolíferos en las islas Lofoten impedirá que Noruega recupere el liderazgo mundial en la explotación de hidrocarburos off-shore. Statoil advierte además que la producción de crudo caerá rápidamente a partir de 2015 si no se descubren nuevos e importantes yacimientos, y podría disminuir hasta llegar en 2030 a un 50% de los niveles actuales.
En contraposición, los argumentos de organizaciones ecologistas como WWF y Amigos de la Tierra, entre otras, a favor de la prohibición se centraban en que el valor de este área para la biodiversidad y el desarrollo sostenible supera con creces el beneficio a corto plazo producido por los ingresos obtenidos por la comercialización de ese petróleo.
En el país hay un amplio debate sobre la necesidad de avanzar en la transición desde los combustibles fósiles a las energías renovables. La valiente y comprometida decisión del nuevo Gobierno noruego será un acicate para progresar en esa dirección.
Moratoria petrolera en un hábitat de ballenas grises en Rusia
El 22 de octubre de 2013 la organización ecologista internacional WWF daba a conocer una nueva victoria para el medio ambiente relacionada con la explotación de hidrocarburos.
La buena nueva consiste en un aplazamiento hasta al menos 2017 de la decisión sobre la construcción de una nueva plataforma petrolífera cerca del hábitat de una población de ballenas grises en peligro de extinción en el Pacífico noroccidental, de las que apenas quedan 150 ejemplares. La campaña de concienciación sobre la empresa petrolera, Sakhalin Energy, y sobre los bancos que financiaban este proyecto, ha conseguido que el propio consorcio petrolero tomara voluntariamente esa determinación. Ello implica que ahora hay un margen de tiempo más amplio para tratar de convencer a promotores, inversores y autoridades de que el proyecto debe ser completamente abandonado.
La plataforma petrolífera en cuestión, denominada Sakhalin-II, se pretendía construir cerca de la zona de alimentación estival de esas ballenas grises en el extremo oriente de Rusia, donde ya existen otras dos instalaciones petroleras. WWF ha argumentado que, de acuerdo al conocimiento científico existente, el aumento de la contaminación acústica submarina por la construcción y el funcionamiento de la estructura podrían forzar a estos cetáceos a emigrar de su zona de alimentación, lo que podría tener consecuencias nefastas para su supervivencia. Las ballenas grises tienen mala vista y para encontrar alimento (y comunicarse entre ellas) se basan en la ecolocalización, una de las funciones de su sofisticado sistema auditivo, extremadamente sensible. Tanto los adultos de ballenas grises como sus crías recién nacidas deben consumir suficiente alimento durante el verano para poder hacer con éxito sus largos procesos migratorios.
Obviamente, la amenaza de vertidos de petróleo es otro de los problemas ambientales inherentes a este tipo de explotación que pueden tener consecuencias catastróficas para los ecosistemas afectados y para los seres vivos, como las ballenas grises, que en ellos se desenvuelven. Con la complicación añadida de que en las gélidas aguas subárticas estos vertidos son aún más difíciles de limpiar.
No obstante, WWF alerta de nuevos desarrollos petrolíferos en la zona, como el muelle temporal proyectado por Exxon Neftegas Limited en hábitat ballenero, lo que igualmente podría perturbar su área de alimentación, un proyecto absurdo pues existen otras alternativas de descarga en tierra, según WWF. La lucha, pues, continúa.
El Consejo Constitucional de Francia valida plenamente la ley antifracking gala
El 11 de octubre de 2013, el Consejo Constitucional de Francia (organismo equivalente al Tribunal Constitucional español) ratificó la plena validez de la Ley estatal gala del 13 de julio de 2011 por la que se prohíbe la utilización de la técnica de fracturación hidráulica (fracking) en las prospecciones y extracciones de hidrocarburos en Francia. Esa Ley anulaba los permisos concedidos previamente.
Una de las empresas que había conseguido permisos de explotación de gas con esa técnica antes de la entrada en vigor de la ley había planteado varios recursos de inconstitucionalidad contra la citada normativa alegando que generaba una supuesta situación de discriminación con respecto a otras empresas con explotaciones de gas que no utilizan fracking y por lo tanto les situaba en una situación de indefensión. La ley antifracking francesa, que se basa en el Principio de Precaución, consideró que este procedimiento de extracción de hidrocarburos supone riesgos e impactos superiores a los que se pueden atribuir a otros procedimientos.
El alto tribunal francés ha rechazado completamente dichos recursos al no considerar valido el argumento presentado por las compañías supuestamente afectadas y ha sentenciado que la decisión del Gobierno francés de prohibir todo tipo de fracking por motivos de prevención y protección del medio ambiente fue correcta y jurídicamente irreprochable.
El Consejo Constitucional afirma en su resolución que con la prohibición del uso de la fracturación hidráulica en la explotación de hidrocarburos en el territorio francés, “el legislador pretende evitar los riesgos que este proceso de exploración y explotación de hidrocarburos probablemente pueda ocasionar en el entorno”.
En consecuencia, el Consejo Constitucional concluye que “las disposiciones de la Ley de 13 de julio 2011 que prohíbe la exploración y explotación de los hidrocarburos de la fracturación hidráulica y derogar los permisos de investigación que impliquen el uso de esta técnica “son consistentes con la Constitución”.
El Gobierno francés recibió con satisfacción la sentencia del Consejo Constitucional y la calificó de “victoria jurídica, ecológica y política”. El Gobierno galo considera que la sentencia convierte en “jurídicamente inatacable” a la ley de 2011, reconoce “los riesgos para el medio ambiente” que representa esta técnica y avala la política gubernamental de disminución de consumo de hidrocarburos para reducir un 30% el uso de energías fósiles en el horizonte de 2030, a la vez que reafirma su apuesta por la transición energética hacia las energías renovables.
Por otra parte, en España, se suceden las declaraciones institucionales en contra del fracking. Tras las leyes antifracking de varias CC.AA., las resoluciones de diversas diputaciones provinciales y mociones de numerosos ayuntamientos, ahora ha sido la Diputación de Valencia la que ha dado el siguiente paso. Ésta, en su pleno ordinario del 22 de octubre de 2013, aprobó por unanimidad de todos sus grupos políticos solicitar a las Cortes Valencianas y al gobierno valenciano que se declare la Comunitat Valenciana Territorio Libre de Fracturación Hidráulica y que no se permita la utilización de esta técnica en todo su territorio. Según la propuesta aprobada, la entidad provincial también instará al Gobierno central y al Consell a denegar la concesión de permisos de búsqueda y explotación de hidrocarburos por medio de esta técnica y a suspender los permisos en vigor.