Madrid (EFEverde).- La preocupación por el cambio climático y la sostenibilidad son factores que se han incorporado en todos los ámbitos de la sociedad y la educación ambiental en ese sentido es fundamental para la concienciación tanto de alumnos como de padres, y la vuelta al cole es una oportunidad para ponerla en práctica.
“Hay muchas formas de fomentar la concienciación medioambiental y la sostenibilidad entre los alumnos y los padres, más ahora que empiezan las clases”, ha asegurado a EFEverde la pedagoga y profesora Aurora Muñoz Moreno.
Lo importante, según Muñoz Moreno, es el trabajo de los profesores de Infantil y Primaria para fomentar entre los alumnos el ahorro de recursos, por ejemplo, con la “reutilización de materiales como envases, cajas, botellas y convertirlos en material didáctico”.
Ello representa no solo una concienciación medioambiental sino también un ahorro para en el presupuesto familiar, según Muñoz Moreno.
Ha explicado que es fundamental el trabajo conjunto con las asociaciones de padres para la “organización de charlas y conferencias” para hablar sobre la situación del planeta, la pérdida de biodiversidad, de polinizadores, la contaminación atmosférica o las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y fomentar la sostenibilidad.
Sugiere iniciativas, que deberían ser obligatorias, como “fomentar el ahorro y cuidado del agua” en los centros educativos, vigilar que los niños cierren los grifos de agua y el buen funcionamiento de las cisternas de los váteres, ha asegurado.
Para la merienda, optar por “alimentos saludables” y de proximidad y, si es posible, evitar el plástico y utilizar envases reciclados, ha manifestado la pedagoga nacida en Chile y actualmente residente en Alcalá de Henares (Madrid) donde cursa estudios de doctorado en Pedagogía.
Muñoz Moreno cuenta con una amplia experiencia de pedagoga y profesora en su país de origen, donde trabajó durante 45 años y fue “asesora del Ministerio de Educación”, y ha impartido “conferencias y charlas en Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Costa Rica y Estados Unidos”, ha asegurado.
Por ello, ha sostenido, es necesario el “trabajo conjunto y la concienciación de padres, profesores y alumnos”, y explica que trabajó en Chuquicamata, una zona desértica en el desierto de Antofagasta, en el norte en Chile, donde llegó después de trabajar en “una zona verde y arbolada”.
Al observar el paisaje yermo y seco que rodeaba el centro escolar con 200 alumnos donde iba a trabajar, decidió plantar árboles para que los niños vivieran “rodeados de verde”. Así habló con un especialista en biodiversidad local quien le guió para el cultivo de 50 pinos.
“Con la ayuda de los padres, quienes se encargaron de regarlos y cuidarlos junto a los alumnos”, los árboles crecieron, y tras siete años de trabajo, cuando se trasladó o otro centro de educación, los pinos “constituían un pequeño bosque”.
“Con los árboles y la naturaleza se pueden aprender varias asignaturas como matemáticas, poesía, cuentos, rimas, adivinanzas”, todo un “mundo para aprovechar”, según la experta.
Por ello, sugiere el cultivo de tomates, calabacines o plantas de fácil cuidado en el hogar, para que “los niños aprendan de dónde salen los alimentos que luego ingieren”, como lo hace ella con su nieto “Ian de seis años”, o en huertos escolares.
Además, se pueden cultivar árboles de pequeño tamaño para concienciar a los más pequeños sobre “la importancia de los bosques en la absorción de gases de efecto invernadero”, evitar la deforestación y explicar cómo se producen los libros y cuadernos y la importancia de su reutilización.
Asimismo, ha explicado Muñoz Moreno, se puede pedir a las editoriales “la producción de material didáctico que no necesite la actualización anual, o lápices elaborados con maderas sostenibles certificadas”.
Sugiere a los padres evitar la compra anual -si es posible- de material escolar y uniformes y crear “bancos de libros, materiales didácticos y ropa que pueda ser reutilizada para compartir con otros alumnos y el consumo de más recursos”.
Actualmente trabaja también como “facilitadora de programas para que los padres aprendan a “escuchar y hablar a los niños”, ha concluido. EFEverde