Purificar el agua que sale por el grifo de casa para su consumo es posible (aunque en la mayoría de los casos no es necesario ya que cumple con los criterios sanitarios y organolépticos) gracias a distintas técnicas, procesos o tratamientos que, entre otros beneficios, permite un ahorro en la compra de agua embotellada.
Abrir el grifo y poder beber agua es un gesto que en algunas ciudades del planeta es difícil hacer, en parte, porque no ofrecen la pureza necesaria para que los ciudadanos puedan hacerlo. La calidad puede mejorar considerablemente si se consigue purificar el agua a través de métodos eficaces que mejoren sus condiciones organolépticas (sabor, textura, olor, color o temperatura…) y sanitarias.
Ventajas de purificar agua
- A medio plazo es más barato que la compra de agua embotellada.
- No hay que cargar con botellas de agua en la compra.
- Disminuye el uso de botellas de plástico.
- No requiere de un gran mantenimiento.
- Acceso a agua potable en cualquier momento.
- Mejor sabor del agua.
La filtración del agua solo consigue separarla de otros materiales, en cambio, la purificación permite adecuar el agua para el consumo humano a un nivel igual de apto que la que se compra embotellada.
Existen diferentes formas de convertir el agua del grifo de casa en potable y, lo más importante, son procesos sencillos que se pueden realizar sin dificultad en casa.
Filtros para purificar el agua
Los filtros están hechos de distintos materiales capaces de recoger los residuos contaminantes del agua. Los hechos de cerámica poseen un poro muy fino que separa lo sólido del agua, mientras que el filtro de carbón activado permite eliminar el cloro, los sabores incómodos y los malos olores para que su consumo sea apto.
Dependiendo del sistema de filtración utilizado se requiere un tiempo de cambio u otro. Los cartuchos filtradores pueden ir en el mismo grifo o bajo el fregadero y se aconseja sustituirlo entre 3 y 6 meses después de su instalación. Las jarras filtrantes requieren de un mayor cuidado, por lo que se debe cambiar el filtro del recipiente una vez al mes para un consumo óptimo.
En cuanto a mantenimiento, los osmotizadores son los más cómodos al reemplazar la membrana solo una vez cada dos años y los filtros cada año.
Otras formas de purificación
Hervir el agua entre 15 y 30 minutos es una de las formas más tradicionales de purificar el agua. Debido a la alta temperatura de ebullición se recomienda dejarla reposar antes de verterla en la botella en la que se va a almacenar. La ebullición no elimina las sustancias químicas.

También se puede tratar el agua con ozono para hacerla potable. Este sistema reacciona mucho más rápido que el cloro, siendo más efectivo para la eliminación de bacterias. El problema de este método radica en que no puede eliminar aquellos químicos que se encuentren en el agua.
Los rayos ultravioletas permiten la desinfección del agua al eliminar los microorganismos que puedan ser perjudiciales para la salud del consumidor. La instalación consiste en una lámpara que emita la luz por donde pasa el agua sin usar ningún tipo de químicos. Es recomendable que se sustituya la lámpara cada año para garantizar la eficacia del funcionamiento.
Solvatten
El Solvatten es un sistema que permite hervir y purificar agua con la energía solar. Su uso está principalmente destinado a zonas donde el acceso a agua potable es complicado, como en Kenia o Nepal, países en los que ha comenzado a dar buenos resultados. Con este proceso se ayuda a la prevención de enfermedades por consumo de agua contaminada o la deforestación, igualmente tampoco acaba con los compuestos químicos.
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