Llevamos ya algún tiempo viviendo situaciones dramáticas en el ámbito climático, situaciones que, si bien se imaginaban y se vaticinaban, no se han sabido prever. Durante mucho tiempo hemos estado permitiendo situaciones, incluso cotidianas, soportadas por un capitalismo desmedido, soportado en el dictado del “financial quarter” -cuatrimestre financiero- y el ROI -retorno de inversión-, y por el gasto extremo e ineficiente de unos gobiernos que deberían aplicar la misma vara de medir a sus políticas y a sus políticos, que a las empresas a las que rigen.
Que hemos sobrepasado esos mínimos requeridos, no solo por el sentido común sino por la salud pública y el bienestar de todos está fuera de toda duda, porque no es normal lo que sucedió en el Mar Menor en 2019, derivado de los productos químicos empleados en el campo murciano, o los vertidos al mar de aguas fecales porque no había suficientes fondos para mantener las depuradoras, ese filtrado de venenos al mar procedentes de los vertederos ilegales en Brasil que no cuentan con membranas de impermeabilización, plásticos en el océano, etc..
Necesitamos implementar eficiencia, reducción de emisiones y sentido común en la empresa, y sobretodo la mentalidad de la población en general. Tal vez una especie de “palo y zanahoria” reinventado que el otro día me comentaba un colaborador, y que incentive a la gente a ser más sostenible.
Por otro lado tenemos los mercados de carbono, que si bien no son perfectos, nos permiten derivar fondos a proyectos que justamente intentan evitar o solucionar problemas como los que indicaba más arriba, y que simplemente requieren de unas medidas de control, transparencia y trazabilidad.
Las nuevas tecnologías como “blockchain”, Internet de las Cosas, control satelital, Inteligencia Artificial, etc. permiten mercados climáticos con impacto real, con precios que permitan realizar los proyectos, mantenerlos, y generar otros nuevos.
Por suerte, estamos entrando en un cambio de escenario en el plano climático, la descarbonización del Planeta es necesaria y prioritaria, pues es necesario para alterar el ritmo de emisiones y que permita cumplir los objetivos que todos nos hemos marcado; pero por otro lado hay otras cosas que importan y que no podemos dejar de lado, y para eso hacen falta recursos, pero bien repartidos, y sobretodo que generen un impacto real; veamos lo que gastamos y en qué lo gastamos.
(*) Francisco Benedito es CEO de Climatetrade
[divider]
[box type=”shadow” ]
Creadores de Opinión Verde #CDO es un blog colectivo coordinado por Arturo Larena, director de EFEverde [/box]
Esta tribuna puede reproducirse libremente citando a sus autores y a EFEverde
Otras tribunas de Creadores de Opinión Verde (#CDO)
Debe estar conectado para enviar un comentario.