CONSUMO CARNE

Si no te gustan los filetes de golden retriever ¿porqué comes hamburguesas?

Publicado por: Marina Segura Ramos 13 de diciembre, 2013

La psicóloga estadounidense Melanie Joy defiende que el consumo de carne sólo se basa en la creencia errónea de que es “natural, normal y necesario” (las 3 N), y se pregunta qué diferencia hay entre comernos una mascota y un animal de granja.

La respuesta la ofrece en su obra “Por qué amamos a los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas” (Editorial Plaza y Valdés), traducida a nueve idiomas y presentada hoy por esta profesora de la Universidad de Massachussetts (Boston) en un restaurante vegetariano.

La psicóloga ha acuñado el término “carnismo” (carnism.org), que consiste en el sistema de creencias que condiciona al hombre a comer determinados animales, ha explicado Joy, acompañada por Javier Moreno, cofundador de la ONG Igualdad Animal, a la que se destinará la recaudación del libro.

Su experiencia personal

Todo nació a raíz de su propia experiencia personal cuando tuvo que ser hospitalizada tras consumir una hamburguesa en mal estado, y decidió abandonar la carne, sin que intervinieran elementos éticos.

Fue más tarde cuando se dio cuenta de que participaba en “un sistema que cometía atrocidades globales, contrario a mis valores”, y centró sus tesis doctoral en este tema. Para ello entrevistó a médicos, vegetarianos, científicos, miembros de la industria del sector etcétera.

Descubrió en todos ellos un nexo común: separaban a los animales que amaban de los que se comían. No establecían conexión entre ambos hechos.

Un sistema invisible

A consecuencia de ello, “decidí dar a conocer este sistema invisible” que bloquea al ser humano de pensar y sentir, y que distorsiona lo que en realidad son los animales.

“Comer animales -ha asegurado- no es una decisión individual sino el resultado de un sistema opresivo. La pregunta no es porqué no debemos comer animales sino porqué los comemos”.

La justificación de por qué lo hacemos son las “3 N”: es normal, natural y necesario, y a ello se suma “el mito” de la necesidad de ingerir proteínas animales.

Esto último, según Joy, está cambiando en países como Estados Unidos, Alemania y Reino Unido.

EEUU reduce su consumo de carne

Durante los últimos años, EEUU ha reducido su consumo de carne y cada vez hay más adeptos a sustituir la proteína animal por la vegetal dentro del estamento médico y científico, ha explicado.

De hecho, “uno de los animales más fuertes del planeta, el elefante, no es carnívoro”.

Aunque aún permanece este “mito”, ha asegurado que cada vez más estudios científicos abogan por la proteína vegetal, libre de problemas como el colesterol o las grasas saturadas.

La solución, según la psicóloga, pasa por uno mismo, no comiendo o reduciendo la cantidad de carne en la dieta y también por ser “testigos activos de esta realidad y no silenciarla”.

En su opinión, muchos ciudadanos tienen que hacer verdaderas “acrobacias mentales para seguir comiendo animales”.

Melanie Joy es vegana, después de una “lenta evolución”, primero dejó la carne y los huevos, luego los lácteos y después los productos procedentes de animales para vestir.

La visión de una hamburguesa, igual un filete de golden retriever

Según ha dicho, la visión de una hamburguesa le produce la misma sensación que si viera un filete de golden retriever o un vaso de leche de vaca es igual que si tuviera que beber leche de cobaya o de cerdo.

El consumo de carne procedente de animales que han vivido en libertad y en unas buenas condiciones no es admisible para Joy, es incluso más cruel, porque son seres que han vivido “felices y que quieren seguir viviendo”.

“Si no nos sentimos a gusto matando a un golden retriever, ¿porqué no sentimos lo mismo cuando matamos a un cerdo o a una vaca para disfrutar del sabor, por ejemplo, de una pierna?”, ha concluido. EFE

msr

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