La expresión “residuo cero”, que ya cuenta con uso en español, es una alternativa válida a la denominación inglesa “zero waste” para referirse al movimiento que pretende evitar al máximo la generación de residuos no reciclables, señala la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia EFE y BBVA.
Sin embargo, en los medios de comunicación se pueden encontrar frases como “La campaña #desnudalafruta es una iniciativa zero waste que lucha contra el sobreempaquetado de los productos”, “Bajo la filosofía del zero waste proliferan las tiendas a granel” o “Llevar tus propias bolsas, rechazar la pajita de las bebidas o no usar vasos de plástico, entre los consejos del movimiento zero waste para reducir nuestra producción de residuos”.
[box type=”shadow” ]”Waste” significa ‘residuo’, ‘desecho’ o ‘desperdicio’ y, en el contexto de esta iniciativa, alude no solo a la “basura”, que equivaldría más bien a “garbage”, sino al hecho de limitar al máximo la cantidad de residuos que no se pueden compostar o reciclar y que, por ello, perjudican al medioambiente. [/box]
Por este motivo, y por ser la alternativa más asentada en el uso, se recomienda emplear la traducción “residuo cero” y se prefiere esta a la variante “basura cero”, que, con todo, no se considera incorrecta.
Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir “La campaña #desnudalafruta es una iniciativa residuo cero que lucha contra el sobreempaquetado de los productos”, “Bajo la filosofía del residuo cero proliferan las tiendas a granel” y “Llevar tus propias bolsas, rechazar la pajita de las bebidas o no usar vasos de plástico, entre los consejos del movimiento residuo cero para reducir nuestra producción de residuos”
No obstante, si se quiere utilizar la expresión inglesa, lo adecuado es escribirla en minúscula y en cursiva o, si no se dispone de este tipo de letra, entre comillas.
La Fundéu BBVA (www.fundeu.es), que trabaja asesorada por la Real Academia Española y cuyo principal objetivo es el buen uso del español en los medios de comunicación, cuenta con la colaboración, además, del Instituto Cervantes, la Fundación San Millán, Accenture, Gómez-Acebo & Pombo y Prodigioso Volcán. EFEverde